ERP (EFE). El mundo se sorprende por la crueldad contra periodistas americanos. En estos últimos días nos han llegado varias noticias sobre los hechos violentos que tienen como principal protagonista al denominado Estado Islámico, grupo yihadista que se autoatribuye la decapitación de los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff. Pero, ¿quiénes son y cuál es su real amenaza para Occidente?.
El autonombrado Estado Islámico es un grupo insurgente, islamista-suní, que un principio estuvo ligado a Al Qaeda (de Osama Bin Laden), pero que desde 2013 se separó para convertirse en uno de los principales grupos armados tanto en Irak como en Siria, donde controla parte de varias provincias (Anibar, Mosul y Nínive).
La nueva organización es una especie de protoestado que se caracteriza por una ortodoxa interpretación del Islam, sus acciones violentas contra los chiítas (rama del Islam disidente) y por su objetivo declarado de expandirse por Jordania, Israel, Palestina, Líbano, Kuwait, Turquía y Chipre, cueste lo que cueste.
Por ello, en junio de 2014, lanzaron una ofensiva al norte de Irak apoyados de militantes suníes, leales al antiguo gobierno de Sadam Husein, y han tomado el control de Mosul, la segunda ciudad más importante de Irak.
Su líder Abu Bakr Al Baghdadi
Es conocido como el "califa" negro del Estado Islámico. Nadie sabe dónde está y tampoco se conoce mucho de él. Nació de una familia sunnita en 1971. Se sabe que, en abril de 2013, Baghdadi rompió con Al Qaeda central, dijo tener una política propia e hizo asesinar al árbitro enviado para dejar en claro las diferencias con los alqaedistas sirios.
Sus éxitos militares inexplicables contra los ejércitos más poderosos de la región han fortalecido a Baghdadi como líder del Estado Islámico.
Amenaza para occidente
Según inteligencia británica, se estima que el Estado Islámico cuenta con entre 30.000 y 100.000 hombres en sus filas, donde se incluirían yihadistas occidentales de Estados Unidos, Reino Unido y Francia. Así, ha pasado a competir con Al Qaeda por el dominio de yihadismo (lucha armada para extender la ley de Dios).
Sin embargo, lo que los diferencia es la utilización de redes sociales y medios tecnológicos de avanzada para captar más adherentes.
Como parte de su interpretación extremista del Corán, han ordenado la expulsión de todos los cristianos que se nieguen a convertirse al Islam. Incluso, se han denunciado decapitaciones masivas de cristianos en público.
El Estado Islámico se nutre de aportaciones individuales (colectas, incluso por redes sociales), los saqueos y la toma de bancos, como sucedió recientemente en su exitosa entrada en Mosul, donde se apoderaron de 400 millones de dólares depositados en el Banco Central.