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Vie, May

Cronwell Jara Jiménez se presenta hoy en Festival del Libro Regional que se organiza en Sullana

Sullana
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ERP. Cronwell Jara Jiménez, autor de la novela "Patíbulo para un caballo", "Las huellas del puma", "Montacerdos" y otras producciones literarias estará presente en el Festival del Libro Regional que se realiza en la ciudad de Sullana. A las 11 de la mañana, coincidiendo con el Aniversario Patrio, el escritor piurano estará explicando sus creaciones literarias que le permitieron obtener diversos premios. 

Autor de una consistente novela sobre la espantosa existencia de una barriada limeña (Patíbulo para un caballo, 1989) y de varios libros de cuentos, Cronwell Jara (Piura, 1950) es uno de los narradores más notables y representativos de hoy. Cuando el escritor emergió en el mundo literario, a principios de la década del 80, la narrativa en el país se encontraba en crisis (era, dice Peter Elmore, "una de las escasas presencias válidas en el empobrecido panorama de nuestra narración"). Con él empieza prácticamente el desarrollo extraordinario del cuento y la novela de los Últimos tiempos. Haciéndose merecedor a los primeros premios en los concursos nacionales José María Arguedas (1980) y COPÉ (1985, en el cual ya había sido .finalista, en 1979). Entre sus colecciones de relatos, el libro que goza de mayor difusión (fue reeditado por Casa de las Américas, de Cuba, en 1990, con un apreciable tiraje), es, sin duda, Las huellas del puma (1986).

En "Las huellas del puma" el autor nos da una visión entrañable y cautivante del mundo rural de la sierra del norte (particularmente, de la sierra de Piura), zona geográfica y social muy poco abordada por los narradores anteriores. La humanidad que Cronwell Jara descubre es muy distinta a la de Ciro Alegría, José María Arguedas y otros escritores. Sus personajes son, por lo general, campesinos, arrieros, comerciantes de ganado, policías y bandoleros (duchos en el manejo del puñal y el machete, dispuestos siempre a pelear y a enfrentarse con el enemigo); son, además, parleros, locuaces, agudos, humoristas, alegres y reidores. El escritor aprovecha naturalmente el gracejo espontáneo, la actitud risueña frente a la vida y el humor habitual lugareño, para urdir a su vez, inspirándose en la cultura cómica popular, relatos colosalmente desaforados, jocosos, rabelaisianos y carnavalescos; sin perjuicio, claro, es de la incisiva crítica social y de la elaboración de cuadros intensamente humanos. Cronwell Jara es lo más opuesto al escritor académico, culto y refinado: su narrativa no es otra cosa que la expresión viva y orgánica de la cultura del pueblo.

Cronwell Jara

Cecilia Granadino, Cronwell Jara  y Cosme Saavedra, en Sullana

Los cuentos agrupados en este libro poseen una gran variedad de registros, así como una multiplicidad de personajes. Los hay de carácter social costumbrista, sicológico, erótico, etc. El más típico de ellos, por la crudeza de las situaciones y del lenguaje, es La luna y el arco iris, un análisis descarnado y visceral (se inicia con una exposición de bestialismo y coprolalia), de una mórbida pasión amorosa y del deslumbramiento que siente un ser infeliz hacia una mujer bella y superior que lo desdeña e ignora. Es el propio personaje el que ofrece información sobre sí mismo: Melanio, deficiente mental y casi patológico que, sin embargo, compone canciones y se enamora hasta la animalidad de Adela. El relato se atempera al final: Adela redime a Melanio y éste a ella; el sujeto despreciado termina amado: y el lenguaje naturalista del inicio se rueca en poética sugerencia.

Los relatos de carácter sicológico están contados generalmente en tercera persona. La fuga de Agamenón Castro hace el análisis de la culpa y el remordimiento. El protagonista es un fugitivo que cree haber dado muerte en estado de ebriedad a su medio hermano. Corre por la espesura del bosque ("bordeando quebradas, saltando abismos, cruzando acequias... "). Casi alucinado, se imagina percibir los pasos de sus perseguidores, supone que lo intimidan a detenerse ("Es inútil que huyas Agamenón... "), se figura que una mano lo coge del brazo (y no es más que la rama de un árbol). El encuentro con el puma no parece ser sino otra ilusión más. El puma sería en todo caso, su propia conciencia. La fuerza del relato reside en esta minuciosa exploración del complejo de culpa. Concluye, como todos sus cuentos, de una manera inesperada: "-Si nunca lo mataste, ¡si todos te buscábamos para decirte que regreses a casa, que era inútil que huyas si el Pedro tu hermano, sigue vivo!".

Es decir, hoy se tiene una excelente oportunidad de conocer la trayectoria política de Jara Jiménez, quien ayer se dirigió a los estudiantes del Colegio Santa Rosa, concitando gran atención; hoy es el turno para todos y todas las sullaneras que desean conocer más de un creador de raigambre. 

 

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