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Mié, Nov

Keiko Fujimori, Susana Villarán y los opositores del fujimorismo

Editorial
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ERP. No es la primera novedad en el proceso general que se inicia. Susana Villarán, ex alcaldesa de Lima, decidió abandonar sus postulados, dejar en el camino a las ideas y los amigos políticos que la respaldaron, se hizo de fuerza manifestando que postulará porque quiere evitar que el fujimorismo gane y tras ello, acabó de candidata a la vicepresidencia de la República del Partido Nacionalista Peruano.

Ella es candidata del Partido Nacionalista Peruano, una organización marcada por el viraje y por la duda. Su candidato presidencial, se encuentra acusado de hechos contra los derechos humanos y aunque podría aceptarse la duda para beneficiarlo, ella ha tratado de justificarlo con falsas razones.

Respecto a Fujimori, Un vasto sector de la izquierda y de otros partidos, encontraron siempre razones para enfrentarse a Fujimori. Las razones pueden ser justificadas y entendibles. Fujimori acabó con la democracia en el año 1992 y es verdad; sin embargo, la democracia se recuperó y el ex presidente se encuentra preso.

Fujimori, no es más que un anciano decrépito que incluso podría ser pasible de indulto y la población peruana lo compartiría. Su legado político es lo que lo que logró y cuyas políticas centrales se mantienen en el tiempo; sin embargo, es improbable que se convierta en un actor central en una elección.

Igualmente, se habla de los atentados contra los derechos humanos realizado en el gobierno de Fujimori, y tienen razón, nadie puede apoyar una matanza; sin embargo, los responsables se encuentran presos y están pagando por los crímenes cometidos. ¿Existe algo más que juzgar?

Entendemos que Fujimori se equivocó mucho y que parte de sus líderes no realizan ningún acto de contrición; estos mismos se encuentran militando en Fuerza Popular y exigen con el padre de Keiko Fujimori para ser parte de las listas congresales. Un retroceso hacia la época de Fujimori, es improbable que se logre; y por lo tanto, no existe razones para tomarlo como justificación.

¿Qué es inocente?. En definitiva, quienes vivimos esos momentos sabemos que no y que su condición de libertad es una decisión adecuada de la justicia peruana.

Keiko Fujimori, es la heredera política de Alberto Fujimori. Asumió desde joven presencia pública y ahora (diciembre, 2015) es la que lidera las encuestas. Es vulnerable por el padre y fuerte por el padre. Son los crímenes y los latrocinios públicos de Alberto Fujimori que la afectan, pero igual, los éxitos de gestión le han permitido ser fuerte políticamente, sobre todo en provincias.

Respecto a Keiko Fujimori, muchos podrían estar en desacuerdo y otros de acuerdo. Votar por ella o no votar y esa es una decisión soberana del pueblo peruano. Sin embargo, y queda claro, las condiciones de gobierno que se dieron en los 90 no son repetibles y menos creemos que la joven candidata tiene las intenciones de hacerlo.

La historia peruana, se encuentra marcada por acontecimientos increíbles. Alberto Fujimori acertó en lo económico y en la pacificación nacional; las líneas maestras de lo que planteó se han seguido por todos los presidentes posteriores y por sus equívocos se encuentra preso; respecto a Alan García Pérez, se equivocó mucho en su primer gobierno y tras su retorno fue elegido nuevamente, hoy pretende serlo otra vez.

En todo este contexto y considerando la historia; Susana Villarán debe justificar su propia presencia política por su propia aspiración o ambición; sin embargo, decir que quiere evitar que el Fujimorimo gane, es un argumento que ni ella se lo cree.

Debe considerarse que hasta su propio partido le dio la espalda a Susana Villarán luego de su polémica decisión de apoyar al Partido Nacionalista. Fuerza Social emitió un comunicado en la que precisa que no tiene “responsabilidad alguna en las decisiones políticas que ella ha asumido” desde que renunció a esa agrupación.

La democracia peruana se encuentra en construcción. Mucho falta para llegar a un ideal y la dispersión es la característica. Sabemos, que ganará el que comunique mejor y que permita que la población se identifique con él.

 

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