ERP. Jaime Chincha, un bachiller en comunicaciones, con total normalidad calificó al presidente del Consejo de Ministros Aníbal Torres como que “Le patina el coco” una frase popular que quiere decir que dicha persona no se encuentra cuerda, está loca o simplemente se sale de la realidad. Frente a ello, la respuesta del funcionario del Estado no se hizo esperar y le espetó por la línea teléfonica “Tú eres un vulgar periodista”.
Torres Vásquez, tras escuchar la ofensa del periodista, procedió a llamar al programa, entrevistándose con Jaime Chincha, quien de polémico entrevistador se ha convertido en un periodista que sigue, aparentemente, la línea de los medios de la concentración muy cercanos a Fuerza Popular y quienes se encuentran empecinados en que el presidente Pedro Castillo renuncie al cargo o sea vacado. .
El acalorado diálogo entre periodista injurioso y premier Aníbal Torres fue “He escuchado tus insultos, serénate un poco, que clase de periodista eres, tienes algún título de periodista, seguramente lo tienes sin tesis, serénate un poco, (…) que no te haya gustado el mensaje del presidente (…) no quiere decir que me puedas insultar, yo nunca te he insultado, yo te he guardado respeto (…) no estás diciendo en estos momentos que a Aníbal Torres le patina el coco, ah, (…) tú eres un vulgar periodista que falsea la verdad y estás acostumbrado a insultar cuando uno no está presente (…) no tienes ninguna capacidad para poder debatir (…)”
La exageración en las palabras de Jaime Chincha, quien no diferencia una investigación fiscal con una sentencia que determina responsabilidades penales, se encontraba entrevistando al ministro Alejandro Salas, respecto al mensaje presidencial, tras pretender argumentar su pregunta deslizó la frase injuriosa que tuvo respuesta por el ofendido. Es un buen entrevistador, pero muchas veces su escaso conocimiento jurídico, lo lleva a cometer excesos.
Las injurias e insultos contra funcionarios públicos, sobre todo contra el presidente de la República y otros como el premier Aníbal Torres se vienen normalizando, sin tener en consideración los elementales valores que todo periodista debe mantener en el ejercicio de su profesión.
Finalmente, Jaime Chincha intentó disculparse de la frase vertida; sin embargo, no fue tan convincente para admitir que una cosa es entrevistar y otra injuriar; que las personas por muy funcionarios públicos que sea, tienen derecho al honor.
