ERP/N.Peñaherrera.Aunque ya me he referido a este sujeto antes, creo que vale la pena dedicarle un nuevo comentario porque me parece que, como le decía cantando Oscar d'León a su hijo, hay quienes intentan hacer un rubí del fondo de una botella.
No. No me refiero al salsero. De hecho, es uno de los mejores. Mas bien hablo de alguien quien no creo que baile salsa, pero sí que anda en salsas medio extrañas: Michael Phelps.
Esta semana supimos que el Tiburón de Baltimore fue detenido tras conducir a alta velocidad y estar bebido.
En el sistema legal estadounidense, ambas son faltas muy graves por el riesgo que representa el infractor a sus semejantes. Podría revocársele la licencia de conducir y llegar a prisión.
No es la primera vez que Phelps nos sorprende con una noticia que nada tiene que ver con sus hazañas olímpicas.
Hace algunos años, se filtró a la Internet, el video de una fiesta más o menos privada donde el deportista fumaba marihuana, y encima estaba fuera de forma.
¿No que un deportista no fuma?
Los medios lo disculparon, la gente lo disculpó, y sus seguidores no dejaron de endiosarlo.
¿Qué vendrá a continuación? ¿Que este fulano mate a alguien y le haremos porras?
¡Chiquitibum a la bim bom bam!
Sí, el tipo me cae mal.
Y me cae peor porque hay seguidores que también nadan y lo ven como ejemplo.
Y parece que tanto desean seguirlo, que hasta están incursionando en ese peligroso campo de buscar en la embriaguez de las drogas –aunque sean legales-, la misma embriaguez que se consigue tras ir a lo largo de una piscina y llegar a la meta antes que nadie.
No estoy inventando. Más de una persona lo ha verificado cada fin de semana.
Y muchos de estos seguidores cercanos son, a su vez, ejemplos de niños, niñas y adolescentes que... ¿repetirán lo mismo?
Recordemos que la teoría del ejemplo nos reitera que la gente no aprende lo que se le dice sino lo que ve. Entonces, si los ejemplos que damos son negativos, a menos que el sujeto sea sumamente resiliente, no esperemos que a quienes les siguen les salgan alas y se pongan a cantar 'hosanna' mientras revolotean por alguna pintura renacentista.
A eso se llama idealización, y en todos los casos es peligrosa.
¿Será por eso que quienes no nos hemos fanatizado con las campañas políticas no nos hemos tragado los sonsonetes que hemos tenido que soportar estos meses?
De cualquier manera, ojo, pestaña y ceja con el ejemplo de estos 'referentes' mundiales, sus seguidores cercanos, y los seguidores de los seguidores.
El músculo sin criterio ni educación solo es útil como churrasco, no como pieza de museo, menos de monumento.
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