ERP. Después de tantos asesinatos por acción del sicariato, de pérdida de vidas humanas, la población de Sullana, perdió el miedo y se concentró en la Plaza de Armas de esta localidad, para reclamar que haya mayor responsabilidad y control por parte de las autoridades nacionales, regionales y sobre todo locales.
Con carteles exigiendo justicia, con voces de reclamo y protesta, los manifestantes exigieron que la Policía Nacional del Perú, sea eficiente, que tenga mayor control, que investigue y prevea acontecimientos como los del sicariato y delincuencia común. Las críticas contra el Jefe Policial fueron claras, desprovistas de contemplación y entendible por su ineficacia.
En la movilización, se concentraron familiares de las víctimas, de este año y de años anteriores, indicando frases exigiendo justicia, imágenes recordando cuando estaban en vida; lamentablemente, el sicariato o la delincuencia común les quitaron la vida. Casi la totalidad, son crímenes sin solución, lo que quiere decir que esa acción delincuencial se realizó con toda impunidad.
La marcha nunca antes vista, por lo de multitudinaria se inició en la Plaza de Armas, con frases de reprobación contra Dina Boluarte, el ministro del Interior, del Congreso y de la Policía Nacional del Perú. El alcalde Marlem Mogollón, precisó que se necesita declarar en emergencia esta provincia, pero por varios momentos fue pifiado por los enardecidos vecinos; él es parte de la solución y ojalá que entienda el mensaje.
Luego de ello, iniciaron su marcha cogiendo la avenida José de Lama, no les importó el tiempo transcurrido y tampoco que la noche venía a su encuentro. Avanzaron y pasaron por el Depincri de la Policía Nacional del Perú y llegaron hasta la sede de la Divopus Sullana, donde se detuvieron para expresar su descontento, para mostrar la fotografía de gran parte de las víctimas, para enrostrarles que esos crímenes quedaron impunes.
Durante la marcha pacífica, se repitieron frases como “El pueblo te repudia, Dina Asesina” en clara alusión a la presidenta de la República, en tanto que frente a la expresión policial de ser aliados y trabajar juntos no dudaron en expresar “Queremos hechos y no palabras”; luego, no dudaron en convocar a los militares “Queremos al Ejército” era una voz que se escuchaba, mientras que otras voces cuestionaban el desinterés de la Policía Nacional del Perú cuando se hace alguna denuncia.
“Somos el pueblo, no somos asesinos” decían los marchantes pidiendo en cada tramo que marchaban “Justicia, justicia, justicia” evocando la lamentable pérdida de los asesinados por la delincuencia criminal; la referencia al familiar ido no se opacaba cuando expresaban “Estamos en las calles por nuestros hijos”. Entusiasmo, coraje, desesperación, incredulidad, exigencia, era parte del sentimiento de este pueblo enardecido.
Los asistentes fueron tajantes contra los delincuentes, asesinos y desgraciados que desprecian la vida, que matan a mansalva, que afectaron a personas laboriosas como la joven topógrafa y dos ingenieros, quienes se desplazaban como personas honestas a cumplir con su labor. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que nadie puede quitarle la vida a otro.
Esto, no puede continuar, fue el grito unánime de los manifestantes. El coro de los participantes con frases efectivas, eran dirigidas para crear conciencia en quienes deben actuar; en medio de la multitud se encontraban ingenieros, arquitectos, familiares de víctimas, expresando su reclamo por tanta ineficiencia. En ciertos grupos, el grito iba acompañada de un llanto de tristeza por la pérdida de un familiar.
Los manifestantes reiteraron que haya un trabajo serio de la Policía Nacional del Perú, de la Municipalidad Provincial de Sullana y que la presencia de grupos especializados de la Policía Nacional del Perú, sobre todo el grupo Grecco sirva de algo. Ese algo, es demostrar que pueden identificar a estos delincuentes que actúan con total impunidad. Si es posible, indicaron en su largo recorrido.
Avanzaron hasta el óvalo José de Lama, la marcha nunca antes vista en esta ciudad, exultaba coraje, demostraba indignación, exigía acción, pedía en extremo a los jefes policiales por ser tan ineficientes; sin embargo, también lanzaban frases en contra del gobierno central. Esta expresión de descontento, pide que se replantee la lucha contra la inseguridad ciudadana.
Las frases fueron recurrentes, repetitivas, basta de muertes, basta de impunidad, basta de desidia, basta de asesinos; marchamos por la vida de nuestros hijos, hijas, por el respeto a su integridad, fue el grito que se esparció por diversas calles de la ciudad de Sullana.
Sullana, se ha expresado de una manera tajante, sin temor, han pedido a las autoridades que se comprenda el problema de la inseguridad ciudadana, de la pérdida de vidas, y estarán programando un paro provincial. Pidieron dejar el conformismo, evitar la normalización de un crimen; lo cierto que estas muertes no deben quedar impunes y los asesinos, deben ser identificados, capturados y aplicársele todo el peso de la Ley.
