ERP. Es un problema que debió antelarse; sin embargo, hoy la población regional de Piura, sobre todo aquellos que viven en la costa, soportaron una intensa lluvia, la cual fue bastante fuerte y estuvo acompañada de vientos y una tormenta eléctrica que agravó mucho más la situación que ya se vive. Las cuencas ciegas que fueron evacuadas tras la inundación del último 3 de abril, nuevamente recuperaron su estado crítico.
El primer lugar donde se reportaron lluvias fueron Canchaque, Tambogrande y la provincia de Morropón. Era tal el nivel de afectación, que de inmediato la población alzó su voz de pedido, para que puedan ser atendidos. Las quebradas se activaron, tanto como las viviendas de zonas vulnerables, eran totalmente invadidas por las aguas de lluvia.
Posteriormente, las lluvias se reportaron en la ciudad de Sullana, donde se activaron las quebradas urbanas y perjudicó a sectores que se encuentran expuestas al peligro. El Canal Vía, principal lugar de evacuación, se llenó totalmente, pero por la cantidad de agua, inundó a viviendas que se encuentran cercanas como son las familias de los asentamientos humanos Pilar Nores, 4 de Noviembre y Sánchez Cerro.
En el distrito de Bellavista, la población de Nuevo Porvenir, ubicados donde anteriormente era una cuenca ciega, sufrieron las consecuencias. El agua superó la capacidad de evacuación, ingresó a sus viviendas, perjudicando a todas las familias que se encuentran en este lugar. Estas familias, necesitan y requieren ayuda con urgencia; sin embargo, debido a la precariedad del Estado, no existe un sistema funcional que los pueda ayudar.
Después de lo ocurrido en la provincia de Sullana, las precipitaciones tuvieron como escenario Piura, Castilla, Veintiséis de Octubre. En este lugar, lo primero que se reportó es que las cuencas ciegas, que con tanto esfuerzo se habían evacuado, nuevamente recuperaron el agua de lluvia. El Diario El Regional comprobó en horas de la mañana que ya no existía la laguna; en horas de la noche de este miércoles 5 de abril, nuevamente recibió la información que el agua saturó el lugar.
Lo mismo sucedió en el sector Ignacio Merino, Las Dalias, Santa Margarita, Barrio Sur, y otros, donde las lagunas no solo tienen agua de lluvia, sino igualmente aguas servidas, lo que incrementa el riesgo de las familias, de contraer diversas enfermedades. "Fue tal la cantidad de agua, que me atrevo a decir, que es superior a la recibida el último 3 de abril" indicó un vecino de Santa Margarita.
La población de la calle Callao del distrito de Castilla, soportaba con estoicismo este período lluvioso. Ellos se encuentran en una zona baja y las aguas de lluvia se comienzan a acumular; sin embargo, este 5 de abril e inicios del 6; el agua avanzó tanto, que convirtió en inutilizables las viviendas de tantos años de esfuerzo y dedicación. Por el momento necesitan ir hacia otro lugar y esperan un apoyo de verdad.
No son los únicos lugares, existen cuencas ciegas en Piura, Castilla y Veintiséis de Octubre, un sistema de drenaje poco funcional donde existe o inexistente en otros lados. Han pasado muchos años, pero se evidencia que nadie tuvo siquiera la intención de hacer obras de prevención que sirvan para este tipo de eventos naturales.
Piura se encuentra en emergencia y necesita urgente apoyo; primero para afrontar la crítica situación de una manera diferente; pero para la segunda etapa, requiere decisiones sensatas y cumplibles, pero no requiere engaños como ha sucedido con la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios. Todo lo avanzado, se ha perdido; por lo tanto y así lo indican los afectados y damnificados, se espera que de este desastre se aprenda algo.
