ERP. Es gobernador regional de Cajamarca elegido cuando estaba purgando condena. Gregorio Santos Guerrero, osó recordar en su momento a Ollanta Humala Tasso que su palabra y sus hechos diferían con sus compromisos y habló de la posibilidad de insubordinarse frente a ese poder central; meses después fue acusado de actos de corrupción y llevado a la cárcel de Piedras Gordas, donde ha morado 25 meses sin haberse emitido sentencia alguna en su contra.
El mandatario regional sale en libertad por una decisión del Poder Judicial, entidad que consideró que debería salir en libertad, aunque se pretendió mantenerlo aún preso; sin embargo, su férrea lucha por defenderse de los cargos que se le imputan nunca cesó.
“Estoy recuperando lo que nunca me debieron quitar: el derecho a defenderme en libertad, eso es un derecho inalienable”, fueron las primeras palabras que Gregorio Santos esbozó al salir del penal Ancón I pasadas las 2:00 p.m.
En los exteriores lo esperaron el ex congresista Jorge Rimarachín y varios de sus seguidores, quienes mostraron su conformidad por esta decisión, que de alguna manera devuelve confianza a las instituciones peruanas.
“La prisión preventiva en el Perú se viene completamente distorsionando. Se ha convertido en un acto de venganza política, un hecho arbitrario”, añadió Gregorio Santos, que estuvo preso desde el pasado 24 de junio del 2014.
“El Estado se ha convertido en una dictadura”, dijo Gregorio Santos, ya que “gracias a esa prisión preventiva me han impedido ejercer el cargo de presidente regional y que participe en la vida política de la patria”.
Aunque no todo es fácil para Gregorio Santos Guerrero, quien deberá pagar una caución de 100 mil soles de caución y mantener normas de conducta, de lo contrario se ordenará el retorno a la cárcel.
Gregorio Santos es acusado de los presuntos delitos de asociación ilícita y colusión simple y agravada por 11 licitaciones adjudicadas al empresario Wilson Vallejos por parte de su gestión como gobernador regional de Cajamarca; sin embargo, se presume que su encarcelamiento tiene más ribetes políticos al haberse opuesto con tenacidad a la ejecución del proyecto de Conga.
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