ERP. Cantinas atendiendo, clientes bebiendo y todos ellos, sin guardar las medidas de seguridad dispuesta por el Gobierno para lograr la contención de la Covid-19. Todo ello, sin tener en cuenta la drasticidad de la Covid-19 y la mayor cantidad de contagios que han puesto al borde del colapso al sistema sanitario de la región Piura. Sin embargo, en Sechura, parece que la norma se llama desacato.
Justamente, un grupo de ronderos y ronderas participaron en un operativo con látigo en mano, para ubicar aquellos lugares, donde se atendía con toda normalidad. En horas de la madrugada, descubrieron un lugar donde yacían ebrios y compartiendo en grupos a varios sechuranos, para quienes la enfermedad no existe o creen que no les afectará como a miles de pacientes hospitalizados y otros fallecidos.
“Buenos días, como estás, porque no respetas las medidas de seguridad, que el gobierno ha decretado desde el primero de abril” dice con mucho coraje una rondera que es parte del grupo que desde tempranas horas realizan este tipo de operativos. Después, son llevados en una camioneta policial a todos los infractores, varios ebrios, otros siendo conscientes de lo que sucede.
Al salir del lugar donde bebían hasta altas horas de la madrugada, los infractores eran veteados por las ronderas, quienes les recordaban la obligación que tienen con sus familias. La presencial policial evitó que haya reacciones, pero los latigazos se sucedieron de una a otro, antes de abordar la camioneta para ser llevados hacia la Comisaría de Sechura.
Cerca en Bernal, se da cuenta que casi todo el personal sanitario se encuentra contagiado de Covid-19 y es probable que se suspenda la atención. Una lástima.
