ERP. Después de una férrea resistencia por parte de las fuerzas opositoras, quienes no aceptaban al nuevo gobernante, finalmente César Bernardo Arévalo de León, juramentó como Presidente de la República de Guatemala, juramentando defender la Constitución, el Estado de Derecho y fomentar el amor a la Patria. Fue una jornada difícil, pero que se superó tras una posición democrática.
Guatemala, estaba tomada por fuerzas corruptas que desde los diversos espacios políticos y públicos, intentaron llevar adelante un resultado acorde a sus intereses; sin embargo, el pueblo de Guatemala, decidió ponerle fin, pese a ello, desde diversas instancias, intentaron desconocer el resultado electoral, el mismo que se mantuvo hasta la víspera.
Arévalo de León, durante campaña y en sus mensajes cotidianos, se negó a ser parte de la corrupción y del grupo que, buscaba perennizarse en los cargos públicos. Era una dictadura, pero que el pueblo de Guatemala rechazó mediante su voto. En su alocución, el presidente denunció que nunca más se debe dar una dictadura en el país y que no permitirá que las instituciones se dobleguen otra vez ante la corrupción e impunidad.
Asimismo, reafirmó que su gobierno está firmemente comprometido con la lucha por la preservación y la expansión de la libertad y democracia, expresando que el país tiene una oportunidad excepcional para transformar el curso de la historia de nuestra nación.
Es necesario indicar que los grupos de poder de Perú, tenían como ejemplo del quehacer en sus ambiciones, lo que venía aconteciendo en Guatemala; sin embargo, el reconocimiento del flamante presidente, es una demostración que las fuerzas corruptas pueden ser derrotadas y con ella, evitar la destrucción de instituciones como es el común denominador en modelos de dictadura.
