ERP. (Por: A.Vera) Las lluvias causan impactos negativos y muchas veces destruyen los medios de vida de la población afectada y damnificada. Es lo que podemos observar en la calle Callao cuadra 9, 10 y 11, además en igual cuadras de la calle Amazonas, que es paralela en el distrito de Castilla, provincia de Piura. Las aguas han sido destructoras y debido a su ubicación, la acumulación de las mismas superó el nivel de sus viviendas ingresando al interior.
Calle Callao cuadra 9 y 10 de Castilla
A muchas personas las encontramos colocando muros de ladrillos en sus puertas, quieren ganarle al agua de lluvia en caso que el evento se vuelva a repetir, tal y conforme ha sucedido el 3 y se ha vuelto a repetir el 5 y 6 de abril del presente año. El agua llegó más o menos 1 metro en el lugar más hondo de la calle y un poco menos en los otros sectores, nos narran los vecinos.
Calle Callao cuadra 9, horas después de lluvia | Foto: El Regional Piura.
Sin duda, que esos rostros, se encuentran afectados por la desgracia, pero aún en este crítico momento, prefieren decidir sus acciones de manera individual, porque saben que las autoridades irán hacia otro lugar donde los afectados y damnificados tienen como salir adelante. Ellos, tanto como otros en diversos asentamientos humanos, ya no tienen confianza y anidan en su proceder solo la resignación y la lamentación.
“Queremos ayuda, necesitamos calaminas, alimentos, no tenemos agua potable y los desagües rebalsan, miren como están nuestras cosas” nos señalan mirando al interior de sus viviendas y en ese fondo, muchos muebles se encuentran entre las aguas, otros bienes de la casa destruidos. En realidad, es una desgracia que no se puede describir de acuerdo a la realidad.
Población retirando sus muebles tras lluvias del 5 de abril | Foto: El Regional Piura.
Comenzamos nuestro periplo desde la cuadra 9 de la Callao, y aparentemente no existe agua; muchos vecinos trabajan colocando ladrillos en sus puertas; pero conforme nos acercamos a la realidad, vemos que la acumulación del agua fue tal, que ingresó a las propias viviendas. Existen casas de material considerado “noble” y otras de material rústico. Varios de ellos, en el momento más crítico, prefirieron salir hacia un lugar más seguro, “Lo que importa es la vida” nos expresan.
Al final se ubica el conocido Canal Balarezo que es un sistema de evacuación de aguas pluviales. Se encontraba totalmente abandonado y sin mantenimiento, tal y conforme sucede en otros lugares, donde anteriormente se ideó encontrar soluciones a este tipo de eventos. Han destapado algunas alcantarillas para que el agua fluya y ha permitido que por lo menos la calle Callao y Amazonas en la parte de Castilla, desagüen las aguas de lluvia.
Un joven que nos acompaña, nos señala lo acontecido, la enorme cantidad de residuos sólidos quedados en esa parte “Fueron arrastrados por el fluir del agua de lluvia" nos indica y obviamente, no solo es el agua, a este problema se suman la poca cultura de la población, la ineficiencia de autoridades municipales y regionales y sobre todo, el desconocimiento de lo que existe.
Protegiendo sus viviendas para evitar el ingreso del agua de lluvias | Foto: El Regional Piura.
Avanzamos hacia el asentamiento humano 28 de Julio que se encuentra pasando el Canal Balarezo y todo es mayor en gravedad, muchas familias abandonan el lugar en previsión de nuevos eventos. Ya lo hicieron antes, retornaron después, y por enésima oportunidad prefieren el retiro temporal, porque no pueden convivir con las aguas de lluvias y las putrefactas de las alcantarillas.
Otras familias, han ganado altura y siguen resignadas y pacientes, otras colocaron muros y se mantienen al interior, uno de ellos, nos invita a ver de cerca lo acontecido en su vivienda. En efecto, el agua supera los 70 centímetros al nivel del piso y sus cosas, aquellas compradas a través del tiempo yacen inservibles. “Esta es nuestra situación y si pensamos en autoridades, nadie” afirma de manera lacónica y triste.
Intentamos que algunos vecinos expresen con sus propias palabras el problema, sus necesidades, sus reclamos y exigencias, pero tienen miedo a las cámaras y solo nos repiten al unísono que existe un proyecto de canal por la calle Cahuide, que debe construirse y solucionaría los aniegos de cientos de familias del A.H. 28 de Julio y de otras partes del distrito de Castilla, “Pero no se hace” indican.
Calle Amazonas A.H. 28 de Julio
Después de adentrarnos en la calle Callao, desde la cuadra nueve y siguientes, retrocedemos hacia el Canal Balarezo y llegamos a la calle Amazonas, la situación en este lugar es tan igual de crítica que la anterior. El agua en el sector del A.H. 28 de Julio, se encuentra totalmente cubierto de agua de lluvias, las viviendas se protegen con sacos de arena y justamente, los vecinos, han comprado este material, para proveer a las familias una manera artesanal de evitar que las aguas ingresen a sus casas.
Población de calle Amazonas, miran resignados inundación
Una voz agresiva, comienza a insultarnos; pese a ello, no les hacemos caso y seguimos registrando el trabajo comunitario que realizan, con la participación de las mujeres y adultos, de los jóvenes y también de los niños y niñas “No hay reclamo, porque sabemos que no nos harán caso” nos dicen 14 horas después de haber dejado de llover, pero el agua se encuentra como elemento visible del nivel de afectación.
Una motobomba extrae de la laguna el agua acumulada y la envía hacia un ducto del canal Balarezo, el cual no era utilizado o simplemente dejaron abandonado. El agua llega hasta este lugar y luego irá al río para perderse en la masa de agua que ahora lleva. Nos describen lo que vivieron y que no es distinto a Las Dalias, Santa Margarita, Ollanta Humala y otros de Piura. Castilla vive también su desgracia.
Población trabajando sola ante ausencia de autoridades | Foto: El Regional Piura.
Recorremos con el joven estudiante de Tecnologías de la Información, quien nos detalla con prolijidad lo sucedido y nos alejamos por la avenida Grau, dejando a nuestras espaldas una realidad que no debería ser ni en Castilla, Catacaos, Piura y tantos otros pueblos que ahora tienen que enfrentar no solo las inclemencias del clima, sino la dejadez de las autoridades que eligieron.
A manera de conclusión
Entendemos que las lluvias actuales han revivido un problema recurrente y que no existe voluntad para resolver este tipo de problemas. “No hay intención de resolver este tipo de situaciones y solo se piensa en la pendejada” afirma uno de nuestros compañeros de faena periodística. Develamos esta realidad, para que se mire en conjunto lo que vive la región Piura y lo que en el futuro ameritará solucionar.
