ERP/A.Abad. En conversación con El Regional de Piura – Prensa Digital Talara, el psicólogo Manuel Galán Castillo indicó que la televisión nacional no tiene nada bueno para compartir con nuestra niñez, pues los realities juveniles no permiten que se desarrolle la creatividad y destreza mental de los jóvenes. "La televisión es una caja boba que atrapa a mentes de forma negativa y solo les ofrece malos patrones de comportamiento que con el tiempo se hacen notar en la manera de hablar, expresarse y actuar", anotó.
Tras señalar que realmente, es lamentable que los canales nacionales no cuenten una programación educativa para los televidentes, agregó que los niños de ahora son mucho más despiertos y han perdido por completo el verdadero significado de la belleza, la amistad, sexualidad y las buenas acciones. Por ello, dijo, muchos de los menores se adelantan a su edad y deciden iniciar sus relaciones amorosas desde los ocho años, peor aún, he escuchado a muchas niñas de 6 años hablando de los personajes de farándula y tomándolo como problemas personales. "No podemos permitir que estos realities continúen retrasando el desarrollo mental de los peruanos", acotó.
Según Galán Castillo, hoy en día todos los niños y niñas quieren ser como Nicola, Melisa Loza, Yaco Eskenazi o Michelle Soifer. Los nuevos ideales a futuro ya no son los de convertirse en un doctor, policía o abogado; ahora todos quieren actuar como los personajes de los realities juveniles, pues en nuestro país los niños y adolescentes están siendo bombardeas por este tipo de información, y nadie hace nada por evitarlo. Al contrario, remarcó, en todos lados se habla de las pruebas de destreza y de los amoríos de estos supuestos ídolos juveniles.
En ese sentido, consideró que es importante que los padres de familia se tomen el tiempo de ver lo que sus hijos consumen a diario en dichos programas. "Asimismo, deben buscar nuevas alternativas de aprendizaje y lograr que los niños pasen menos tiempo frente a la caja boba. Sin duda, esta es la única solución para frenar esta ola de falsos valores y malos ejemplos; la juventud peruana no necesita de estos programas y depende de la familia evitarles un patrón de conducta erróneo", concluyó.
