ERP/C.Chávez. Jesús María es uno de los asentamientos humanos más olvidados por las autoridades de la ciudad de Sullana, y esto gracias a la decidia de los gobernantes que solo llegan cada cuatro años buscando un voto.
En los últimos años la delincuencia azota a la provincia y este asentamiento humano no se ha escapado del flagelo, pues muchos de los jóvenes eligen el camino fácil por que sin políticas adecuadas, pobreza y sin respeto a la autoridad, te toca sobrevivir con lo que tengas así sea despojando a otros de sus pertenecias.
¿Alguna vez te has acostado sin comer? me pregunta un adolescente al que llamaremos Angelo, tiene 15 años y ya fue retenido por robar carteras y celulares.
"Muchos dicen delincuentes, pero de donde sacamos. Nadie me da trabajo por que soy menor de edad o por que me llaman travieso" nos indica Angelo con rencor por sentirse discriminado por una sociedad que prefiere cerrar los ojos y taparse la nariz. El padre de Angelo murió en una pelea y su mamá trabajaba en un bar, pero hace un año no sabrá nada de ella.
Le digo si no tiene temor que con la ampliación de la declaratoria de emergencia por la inseguridad ciudadana los operativos sean más efectivos, me mira con incredulidad. "Los tombos están preocupados por coimear y a las finales de algo tenemos que morir" Angelo vive con su abuela y dos hermanitos de 4 y 8 años. Tuvo que dejar la escuela después de la pandemia.
No me quiere hablar más lo dejo en una esquina fumando un cigarro de marihuana. Aquí hay bares y cantinas y expendio de estupefacientes, todo es un caldo de cultivo para la delincuencia.
Una moradora nos dice que tenga cuidado que aquí adolescentes en motocicletas y mototaxis asaltan a los niños que salen del colegio, universitarios y hasta las madres que van por el pan.
"Hace dos días le robaron sus celulares a unos niños de la puerta de la casa. No respetan, nos dice una madre de familia, quien tiene temor pues dice que esto lo han agravado los extranjeros, venezolanos que no tienen el mínimo respeto al prójimo y se sienten dueños de todo".
En una sociedad sin principio de autoridad, carente de valores y que ha normalizado la violencia, es un desafío para las autoridades, policías carentes de todo para poder cercar y hacerle frente los delincuentes. Además en estos nuevos 60 días de emergencia se espera mayor compromiso en las instituciones que imparten justicia, y en la población. Porque como dice el dirigente del asentamiento humano Santa Teresita, Roy Gonzáles Montesinos "Los buenos somos más que los malos" esta lucha es de todos.
