ERP. El reconocimiento de Santa Rosa como la primera flor mística del Nuevo Mundo, significó un triunfo para la evangelización católica en el continente americano. Desde que los españoles y portugueses pusieron sus pies en América, fueron portadores del mensaje cristiano católico, que continuaba irradiándose por todo el mundo, dando un sentido misional a la conquista.
Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Presidente Honorario de la Asociación Cultural Tallán
Al mismo tiempo, ese reconocimiento a las virtudes, y a la santidad de Isabel Flores de Oliva, fue un triunfo para los criollos, indios y mestizos de los dominios hispanos, ya que al fin tendrían una santa que no era europea, como todos los santos a los que estaban acostumbrados a venerar, ahora, una Sierva de Dios, nacida como ellos en esta misma porción del mundo, era reconocida oficialmente y considerada digna de veneración, y de ejemplo para los católicos, como ya había sido tomada en vida.
Imagen de Santa Rosa que saldrá hoy en procesión en la ciudad de Córdoba, Argentina.
Isabel Flores de Oliva murió en Lima el 24 de agosto de 1617, y su alma subió a los cielos en medio del reconocimiento de todos, pobres, ricos, negros, indios, y blancos, de todos los que la conocieron y admiraron en ella esas virtudes hacia la santidad. Hoy 30 de agosto, es la fiesta de Santa Rosa, en el santoral católico.
En Sullana, mi ciudad de nacimiento, hay una urbanización, en la que nací, con el nombre de Santa Rosa, como reza la escritura de nuestra casa familiar, y está el Colegio Santa Rosa, que hoy se encuentra de fiesta; y asimismo, la ciudad tiene una avenida con el nombre de la Santa; mi abuela materna se llamó Rosa, que también era el segundo nombre de mi madre, y el primero de la segunda de mis hermanas. Es decir, el nombre de la Santa limeña siempre estuvo conmigo.
Sin embargo, después me llamó la atención, saber que en Ecuador hay una ciudad llamada Santa Rosa, y cuando llegué a la Argentina para estudiar en Córdoba, encontré que una de las calles del barrio Alberdi se llama Santa Rosa, y que una provincia de Argentina tiene como capital a una ciudad que lleva el nombre de la Santa, eso me permitió saber gradualmente porqué es la Patrona del Perú, de América, e Indias Filipinas.
El Doctorcito que acompañará a Santa Rosa en la procesión de hoy.
Declarada así, cuando el Virreinato del Perú comprendía a casi toda la América española del sur del continente, toda la población de este espacio católico la hizo suya, por eso el nombre de tantas ciudades, barrios, y por eso el alma de la dominica se multiplicó en cada corazón, haciéndose más fuerte donde ya estaba.
En la provincia de Córdoba, hay un departamento con el nombre de Santa Rosa de Río Primero, y en uno de los pueblos de su jurisdicción, La Para nació mi tía Irene Giraudo de Seminario, cuya veneración por Santa Rosa y por San Martín de Porras se mantiene muy fuerte hasta hoy. Pero sucesivamente me fui enterando de otros lugares con igual nombre, como Santa Rosa de Calamuchita, y de otros temas como “La tormenta de Santa Rosa”, que hoy evocaron mis amigos compañeros de estudios en la Facultad de Ciencias Políticas en la Universidad Católica de Córdoba.
Creo que no hay familia donde no haya una integrante de nombre Rosa, en alguna de las generaciones más cercanas, o una amiga muy querida; así lo recordaron hoy Cristina Manzano, Nilda D´aloia, Patricia Riesco, Estela Garay y Nestor Gostanian, relacionando el nombre con los de una amiga de la familia, sus abuelas, bisabuelas y su mamá.
Y así hay tantos recuerdos en el grupo, como el de que una fábrica de quesos que consume Patricia Riesco se llama Santa Rosa, esa fábrica existe desde 1919, fundada por Otto eduardo Bemberg. Mis amigos conocen varios de los lugares que llevan el nombre de la primera santa de América, y Nilda D´aloia nunca deja de sembrar rosas.
Programa de hoy en la ciudad de Córdoba.
Nilda me hizo saber, que habrá procesión en la iglesia de Santo Domingo, ubicada entre las calles Dean Funes y General Paz, donde está la imagen de nuestra Patrona, ubicada en el ala derecha de ese templo católico. Las imágenes se las debemos a la buena voluntad de su amigo Claudio Andrés Cecconello Pérez, muy vinculado a los dominicos.
Así como en Córdoba, la Santa es muy recordada, también en muchas localidades de la República Argentina, y esa es una herencia colonial que supervive hasta hoy. En el mundo virreinal la devoción por Santa Rosa de Lima creció de tal manera en el Río de la Plata, que fue y será una de las fortalezas del catolicismo en la Argentina.
En el Perú, Santa Rosa de Lima está en casi todos los corazones, es una de las peruanas universales, y es tan popular, que aparece en billetes y monedas, tanto como en estampillas. En el 2017, con ocasión del IV Centenario de su fallecimiento, se hizo diversos actos conmemorativos, uno de ellos fue la exposición iconográfica promovida por el Grupo Cultural Querecotillo en Acción que preside Hortensia Seminario Gallo, que se montó en El Club Social de Querecotillo, en la Galería Pictórica del Colegio Santa Rosa de Sullana, en el Club Grau de Piura, y en el Museo Luis Cruz Merino de Sullana. La Santa vive en el alma peruana, en el alma americana, y en el alma de los lugares donde hay católicos que la reconocen como lo que fue, una santa.
