ERP. La gratitud y la memoria colectiva de los peruanos para con los principales protagonistas de su historia, es muy manifiesta, esto se puede observar en cada espacio, donde los habitantes de los pueblos, por muy pequeños que fuesen, ponen nombres a sus calles y a sus instituciones, relacionándolos con personajes destacados en todos los campos del quehacer social.
Por: Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia
La batalla de Junín, cuyo aniversario se celebra cada 6 de agosto, fue un hecho singular y de hondo significado para cuantos han nacido en el Perú y en otros pueblos vecinos. Hemos visto el nombre de Junín en otros países, quizá asociando esta gloria para la historia de la independencia y el camino de la democracia en América, así lo hemos visto en Argentina, Chile, Bolivia, y sabemos que en otros países hay calles, avenidas, instituciones y pueblos que llevan el nombre de Junín.
Foto: Enrique Castro Castillo.
La villa de Querecotillo, capital del distrito del mismo nombre, en la provincia de Sullana, tiene una plazuela, al costado de la Plaza de Armas, en uno de los lados del Santuario de Querecotillo, con el nombre de Junín, donde desde hace más de 50 años se ha levantado una réplica del obelisco recordatorio de la Batalla, de ese que se construyó en el mismo escenario donde ocurrieren los hechos.
Nos recuerdan los profesores Enrique Castro Castillo y Hortensia Seminario Gallo, presidentes del Grupo Querecotillo, y del Movimiento Cultural Querecotillo en Acción, que en esta plaza, desde que tienen memoria, cada 6 de agosto se han realizado las actividades principales que rememoran el hecho histórico conocido como Batalla de Junín, multiplicando la emoción que sienten los querecotillanos, que saben que en ese hecho heroico, también se derramó sangre querecotillana.
En Querecotillo, como ocurre en otros puntos del país, cada 6 de agosto se evoca la memoria de sus principales protagonistas, que como Simón Bolívar; Antonio José de Sucre, Andrés Rázuri, Miguel Cortés del Castillo, Isidoro Suárez, y Mariano Necochea, por citar solo a algunos, inscribieron una de las mayores páginas de la historia del Perú independiente, cuando se derrotó al ejército realista comandado por José de Canterac, cuya resistencia, finalmente fue vencida, por la iniciativa de Andrés Razuri, generada por la desobediencia que hizo, con respecto a las órdenes iniciales que recibió.
Foto: Enrique Castro Castillo.
El triunfo peruano de Junín resonó en todos los andes, se esparció por el Perú entero, se escuchó en toda América, y sus ecos estremecieron al mundo, porque la Europa liberal, sobre todo España, estaban al tanto de los acontecimientos en América. Y pronto, en el mismo mes de agosto, en todas las iglesias parroquiales del Perú, se celebró el triunfo, dando gracias a Dios por la victoria, quedando registro de lo sucedido en las iglesias parroquiales de Sullana, Piura, Huancabamba, Querecotillo, Tambogrande, Suyo, Catacaos, Sechura, Ayabaca, y otros pueblos del interior piurano.
Este año, la conmemoración no se ha podido realizar como antaño, como lo hubiesen esperado la población, y el Teniente Coronel de Caballería Gonzalo Saavedra Zúñiga, Comandante del Regimiento de Caballería Blindado Coronel Gregorio Albarracín N°13 de Querecotillo, quien actualmente desempeña este cargo en la Villa de Querecotillo, donde, como consecuencia de la pandemia, no se ha podido realizar la ceremonia, con el brillo de años anteriores, sin embargo confiamos en que el año venidero, y sobre todo, el 2024, con motivo del Bicentenario de la Gloria de Junín, la conmemoración sea un hecho singular.
