ERP/N.Peñaherrera. Ya tenemos un indicador de crecimiento económico nacional para 2013: cinco por ciento (5 %).
Especialistas con cierta independencia dicen que no es un buen síntoma, teniendo en cuenta nuestro bajo rendimiento académico y el alto nivel de desempleo juvenil, a la que se agrega la incontrolable inseguridad.
Como recordarás, la última evaluación PISA nos muestra al final de la tabla, y sobre el desempleo, no hay que ser economista ni funcionario para darse cuenta de la precariedad de las ofertas laborales.
Sobre inseguridad, por lo que dicen las noticias, hasta las autoridades que hemos elegido por voto serían parte del entramado de la mafia.
Yo me concentraría en un viejo tema en discusión: la congruencia de la oferta educativa superior con la demanda del mercado de trabajo dentro del país.
¿Ejemplo práctico? Sí, tengo uno real.
Dentro de una corporación agroindustrial de nuestra región, hay una crítica entre sus trabajadores: los jefes están contratando profesionales no piuranos. Algunos se quejan de una alegada 'argolla'.
Pero, ¿hasta qué punto los y las jóvenes, que han nacido en Piura, tienen capacidades desarrolladas para desempeñarse con proactividad y asertividad en el campo que la empresa quiere?
Debido a las condiciones climáticas actuales en la región, constantemente abrimos foros en redes sociales donde buscamos estimular el intercambio de ideas sobre soluciones prácticas al tema.
Quienes terminan participando o no son agrónomos, o no son piuranos, y –encima- no tienen una réplica especializada que permita contrastar cada aporte.
Ya te comenté antes que, para adobar el pastel, las habilidades de comunicación escrita de la mayoría de nuestros y nuestras jóvenes es deplorable, y hemos retrocedido al jeroglífico que ahora llaman emoticón.
Así pues, si no tienes el perfil que queremos para el puesto, ¿por qué tendría que perder plata contratándote? Y si encuentro que los mejores profesionales están fuera de Piura, ¿lo mejor no sería que los traiga, y no perjudicar mi inversión? O, ¿mejor me voy a poner mi plata en otra parte?
Digo, el romanticismo solo en las novelas mexicanas. El mundo real es otra cosa.
Los especialistas citados en el diario español El País sostienen que sin buena educación, empleo adecuado, y seguridad ciudadana garantizada, nuestro crecimiento económico nacional se va a estancar.
Es probable que parte de la responsabilidad sea de nuestros gobernantes. Aunque más que probable, es probado, ¿no?
Pero también la otra parte de la responsabilidad es nuestra.
Se supone que si aspiramos a educación, es porque queremos ser mejores que antes, y desarrollar los talentos que hemos descubierto con la finalidad de que permitan resolver problemas de nuestras comunidades, o de aquéllas donde nos toque estar.
Seguir esperando a que la solución venga de fuera es iluso y peligroso.
Iluso porque nadie conoce mejor lo que necesitamos que nosotros y nosotras, entonces tendríamos que ser la primera parte interesada en buscar soluciones; o sea, exigir una educación de calidad que nos haga competentes.
Peligroso porque si siempre dependemos de fuera, nos convertiremos en bebés con tarjeta de crédito y celular inteligente. ¿Qué puede hacer un bebé con ambas cosas, aparte de jugar? Ya pues, saca conclusiones.
Si antes sugería tímidamente que el avance económico del país me parecía una burbuja, ahora tengo razones para enunciarlo con más fuerza.
O nos ponemos las pilas, o, como toda burbuja, el Perú va a reventar y nos vamos a perjudicar todos y todas sin excepción.
Comencemos demandando una educación de calidad a quienes nos la proveen. Si paramos todo el día chateando por Facebook o WhatsApp, preguntemos qué está funcionando en otros lugares, y reflexionemos si lo podemos aplicar localmente.
Llegará el día en que nuestra ignorancia nos impida siquiera pagar la luca con la que vamos a una cabina a navegar por Internet.
¿Pretendemos regresar a la edad de Piedra? Yo sabía que la Historia suele ser cíclica, pero esto me parece el colmo.
(Sigue al autor en Twitter como @nelsonsullana)
