ERP/N.Peñaherrera. No importa el lugar, ni el tiempo, ni la persona. Desde que el mundo es mundo siempre hubo, hay y habrá un conflicto por resolver.
Muchas veces los causamos, muchas veces nos los causan. Pero, la finalidad del conflicto es siempre la misma: resolverlo.
Hay mil formas de resolver los conflictos. Los llamamos procesos (o también métodos), o sucesiones de pasos que permitan conseguir un objetivo.
En medio de esa variedad un proceso -o dos quizás- es el más apropiado para conseguir ese objetivo que buscamos de forma satisfactoria. A lo mejor habrá que combinar varios métodos para conseguir un proceso muy particular. Lo llamamos estrategia.
Ya tenemos el vehículo, ya tenemos el camino. ¿Y cómo llegamos de A a B?
Para comenzar necesitas conocer la cosa, tal como es, con tal de entenderla. Eso se llama ciencia.
Luego, ese conocimiento debe tomarse para ser diseminado, de tal forma que el resto se apropie de él y pueda entenderlo en su justa dimensión. Eso se llama conciencia.
Finalmente, todo ese entendimiento debe desembocar en un producto concreto, medible y efectivo. Le llamamos acción.
La secuencia de ciencia, conciencia y acción, repetida tantas veces sea necesario, construye un proceso y permite conseguir el objetivo: resolver el conflicto.
Claro que esto de la 'conflictología' no es una ciencia pura, pero por alguna parte tenemos que comenzar.
En todo caso, aquí propongo esta matriz, sobre la que debemos discutir para validarla.
¿Te comprometes a aceptar este reto?
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