ERP/A.Abad. Se debe empezar por el público. Hay muchos aspectos que tienen que arreglarse antes y durante la administración edil entrante. La crisis del sistema de transporte público es uno de los pasivos que las autoridades tienen que intentar resolver cuanto antes.
Al respecto y en conversa con El Regional de Piura – Prensa Digital Talara, el arquitecto Pedro Guerrero Gonzáles propone tomar medidas, como modificar y reasignar algunas de las rutas que hay en la ciudad. Pero eso solo no basta. Sostiene que hay muchos aspectos que tienen que arreglarse antes y durante la administración municipal entrante.
"Por ejemplo, hay que hacer un cambio gradual del parque automotor, algunas de cuyas unidades tienen un uso útil muy antiguo. Acá debemos revisar la experiencia de otras ciudades, donde muchas empresas han sido obligadas a renovar sus unidades so riesgo de no entrar en la reforma y quedarse fuera del mercado de transporte de usuarios", precisó.
Para Guerrero Gonzáles, el impacto que hay sobre el medio ambiente y la contribución al tráfico, sobre todo en horas punta en las principales avenidas, en el centro de la ciudad y a inmediaciones de los mercados, es enorme y perjudicial.
"Es preferible contar con pocas unidades, modernas y grandes, que permitan el traslado de mayor cantidad de personas, a tener muchas compitiendo entre sí y empeorando el tráfico, el transporte y contaminando la ciudad", acotó.
Por otro lado, dijo que tampoco puede dejarse sin resolver los hábitos de los usuarios. Este es un aspecto clave a considerar en toda reforma. "Si queremos que esta funcione, hay que empezar a diseñar un férreo sistema de paraderos, donde los choferes sepan que no pueden detenerse en cualquier sitio a pedido del pasajero. Al menos en las calles principales de la ciudad. La gente debe tener cada vez más claro que de parte de ellos se necesita un gran cambio", señaló.
Aseveró que el cambio de actitud de los pobladores se necesita para que funcione toda una reforma del transporte urbano, y para que las disposiciones del reglamento no sean infringidas por choferes ni pasajeros, que exista un contingente de inspectores. Hasta las 9 de la noche, en que el transporte de pasajeros es más frecuente y sostenido. Los inspectores tienen que trabajar con rigor, sostuvo.
"Los choferes deben saber que si se detienen en paraderos no autorizados, serán multados. Los usuarios también deben saber que si esperan los buses igualmente en paraderos no autorizados, aquellos no se detendrán y seguirán de largo", comentó Guerrero.
Para finalizar opinó que son los malos hábitos de la gente, que se ha acostumbrado a hacer lo que quiere, los que se debe desterrar y modificar de modo permanente. "Si las nuevas autoridades empiezan tomando conciencia de que este es el principal problema, se habrá dado el primer gran paso para solucionar un asunto que afecta la calidad de vida de los talareños y que incide negativamente en la ocurrencia de otros fenómenos, incluida la delincuencia, que nos lastran e inmovilizan", concluyó.
