ERP/A.Abad. Para enfrentar el abuso y hostigamiento escolar. La violencia dentro del ámbito escolar, se ha convertido en un problema que afecta a un gran número de niños, niñas y adolescentes dentro de la instituciones educativas de Talara, que en muchos casos callan el abuso que sufren por parte de sus compañeros por temor o vergüenza.
Al ser consultado el psicólogo Manuel Galán Castillo, señaló que dentro de los colegios se ha vuelto común las formas de acoso e intimidación como, las peleas, discriminación por el nombre, el color de la piel, la apariencia física, discapacidad, burlas, apodos, entre otros.
Ante este panorama ensombrecido por la violencia que viven los alumnos dentro de los centros educativos, el especialista propone la implementación de mecanismos para reducir los índices de niños, niñas y adolescentes afectados por el acoso dentro de las aulas.
"El bullying dentro de los colegios no solo representa un riesgo para el presente de los niños, también es un problema que genera consecuencias negativas en el futuro de los escolares", precisó.
Para Galán Castillo, la violencia en la vida de los escolares, genera la falta de autoestima, desempeño escolar deficiente, incapacidad para relacionarse y en algunos casos lesiones físicas que impiden el normal desarrollo de los niños.
En ese sentido, propuso una Mesa Regional de lucha contra el maltrato, violencia y acoso estudiantil, conformada por entidades públicas, organizaciones sociales y población en general, que tenga como objetivo impulsar la convivencia democrática dentro de la IE.
Finalmente, dijo que los trabajos de prevención no solo deben ser dirigidos a los alumnos. Dentro de las campañas también debe incluirse a los padres de familia, ya que en muchos casos la violencia se origina dentro de los hogares y los niños repiten esta figura en sus centros de estudio.
PARA TENER EN CUENTA...
De acuerdo a un estudio realizado por Plan Internacional en los centros educativos de la costa norte e Perú, el 39.1% de los alumnos afirman ser víctimas de bullying, mientras que el 18.3% se reconoce como agresor de sus compañeros, pero la situación más preocupante que se presenta en estos casos es que de cada 100 niños, 69 no comunica la agresión sufrida a sus padres.
