ERP. Miles de damnificados se ubican en los albergues establecidos en las zonas altas del Bajo Piura y se han acondicionado muchos con carpas y otros conforme a las condiciones que tuvieron para protegerse de la crecida del río. La lluvia de ayer, torrencial en algunos lados perjudicó a estas familias que incrementaron su dolor con este evento de la naturaleza que ha expuesto una vez más a los piuranos en una situación difícil.
“La situación es crítica, las carpas filtran el agua de lluvia muchas persona han abandonado las carpas a casas vecinas” fue la conclusión de un funcionario regional que llamado por la emergencia se trasladó hacia la zona de los albergues. Se necesita que las carpas estén protegidas con plásticos para evitar que el agua pase y perjudique a los ancianos, adultos, niños y niñas que se protegen en estos albergues.
Muchos niños y niñas, eran quienes sufrían las peores consecuencias con la lluvia que se presentó en la región Piura. Las condiciones de emergencia de la actual situación de estas personas, reclama una pronta intervención de todos.
De acuerdo a las informaciones oficiales, es probable que aún se repiten lluvias en nuestra región y lo que es más preocupante, que el río vuelva a crecer nuevamente y cause los destrozos de la avenida anterior. Ayer, nuevas familias tuvieron que ser sacadas de emergencia de la zona de Pedregal y Narihualá por la salida del río, el cual mantenía un caudal controlable en oportunidades anteriores.
Se requiere urgente el apoyo de los piuranos que no han sido afectados, para socorrer a los damnificados del Bajo Piura. Solidaridad es lo que más se necesita en una situación de tristeza y de desgracia que viven muchos pobladores de Castilla, Piura, Catacaos y Bajo Piura.
