ERP. De los 180 puentes caídos por efecto del fenómeno de El Niño costero en Perú casi un 70 % colapsó debido a un mal diseño y el resto por falta de mantenimiento, informaron en Lima especialistas en un seminario sobre defensas ribereñas y control de inundaciones.
Jorge Abad, director de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (Utec), dijo que este problema parte del desconocimiento de factores vitales para la construcción de estas estructuras como son el transporte de sedimentos, la morfología, la dinámica de los ríos, la erosión, entre otros.
“Este es un problema hidráulico y no de estructura del puente. Solo hay que recordar cuántos puentes se cayeron en los fenómenos de El Niño de 1983 y 1989. Y se sigue incurriendo en los mismos errores, haciendo puentes con base en necesidades locales, sin ningún estudio hidráulico”, insistió.
Sostuvo, además, que en el Perú se ha ocupado el caudal del río, no solo por invasiones y edificaciones precarias, sino por importantes obras viales del Estado.
“¿Por qué no se caen los puentes antiguos? Entre otras cosas, porque fueron levantados teniendo en cuenta el caudal real de los ríos”, agregó.
El también presidente de la Asociación Peruana de Ingeniería Hidráulica y Ambiental (Apiha) dijo que este seminario es de gran significación, ya que se ha evaluado el fenómeno vivido y discutido las políticas nacionales a adoptar para evitar que el país vuelva a sufrir las inclemencias de las lluvias que se han visto en el país, ante la falta de prevención y coordinación por parte de las autoridades responsables.
Este seminario se realizó el jueves 27 de abril y fue organizado por Apiha y el Capítulo de Ingeniería Civil del Colegio de Ingenieros del Perú (CIP).
El seminario abordó temas importantes como “El río, su entorno en la ciudad y el valle”, “Lecciones aprendidas durante el último evento de El Niño costero en obras de defensa ribereña y encauzamiento”.
También, “Gestión de inundaciones, componente estratégico de la gestión integrada del agua” y “Hacia una restauración integral de la cuenca del río Rímac a partir de un estudio cuantitativo de la erosión de cauce y ladera”.
