ERP. Carmen Omonte ex ministra de la Mujer, declaraba en un medio televisivo y repetía su denuncia sobre la compra de pañales por parte de su antecesora; Ana Jara Velásquez se defendía en otro programa similar a la misma hora. Una acusando y la otra defendiéndose, de un hecho que según Omonte, tomó conocimiento el presidente de la República.
La salida de Carmen Omonto del Ejecutivo, permitió que se liberara de una información que debe investigarse por las implicancias legales. Sus diferendos partes desde el voto de censura contra la Premier, lo que generó enemigos entre sus antiguos aliados; los nacionalistas consideraron con un acto de deslealtad lo acontecido; luego, en diversos medios Carmen Omonte se dedicó a detallar de manera exhaustiva los pormenores de una compra que es posible afecte a Jara Velásquez.
Sin embargo, este conflicto tendría una connotación anterior, relacionada con las acusaciones hacia la ex ministra de la Mujer de incumplir con sus obligaciones laborales.Aunque el caso quedó superado, se cree que la campaña mediática habría sido impulsado por Jara Velásquez, aunque esta situación no ha sido confirmada por la locuaz Carmen Omonte.
Producto de dicha campaña la Comisión de Ética del Congreso acordó investigar a la congresista de Perú Posible, Carmen Omonte, por la denuncia formulada en su contra el pasado mes de enero por su exempleada doméstica María Vásquez. Al conocerse la denuncia, Omonte reconoció no haber cumplido con esos pagos y pidió disculpas a la opinión pública por esa omisión.
Ana Jara Velásquez, quien debe reintegrarse a sus labores parlamentarias, ha trado de desvirtuar las acusaciones en su contra de la compra de los pañales. Como se sabe, Jara es amiga cercana de la pareja presidencial y una de las más enconadas defensoras de Nadine Heredia, aspecto que incidió para su nominación como presidenta del Consejo de Ministros y además, en sus ansias protagónicas, confrontó directamente contra Marisol Espinoza Cruz.
Carmen Omonte más serena pero efectiva; Ana Jara Velásquez con verbo altisonante, seguirá protagonizando un fuego cruzado, que tiene poco de político pero si mucho de anécdota, y de responsabilidad administrativa.
