ERP. Luis Fernando Figari Rodrigo, fundador del Sodalicio de Vida Cristiana, acusado de abuso sexual infantil, cuyos casos han sido documentados y testimoniados ampliamente por el periodista Pedro Salinas y su colega Paola Ugaz, fue expulsado en una decisión tan radical como lo fue en su momento el realizar el cambio del exarzobispo de Piura y Tumbes, José Antonio Eguren Anselmi.
Pese a las investigaciones en su contra, se encontraba a salvo aprovechando su condición de fundador de una organización religiosos, sin embargo, todo hace suponer que los diversos testimonios han llevado a adoptar esta decisión, que permitirá, si existen casos que no hayan prescrito, que pueda ser juzgado por los presuntos delitos cometidos.
La protección de la Santa Sede, fue un acto seriamente cuestionado desde que se conocieron los presuntos delitos de abuso sexual; sin embargo, con la expulsión su condición jurídica cambia y al mismo tiempo, es una decisión esperada y que se creía no llegaría; pero todo tiene su derrotero zanjando un tema que no hacía nada bien a la Iglesia Católica.
Decreto emitido por el Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, de la Santa Sede.
Según se tiene conocimiento el Sodalicio de Vida Cristiana fue fundado en 1971 como una sociedad de vida apostólica. Cuenta con más de 20 mil seguidores en 25 países y fue reconocido oficialmente por el Papa Juan Pablo II en 1997. Está compuesto por laicos consagrados y sacerdotes que viven en comunidades y realizan labores de evangelización.
Debido a la condición de organización religiosa, el caso del Sodalicio de Vida Cristiana, creó tensión y se abrió un flanco de sendas informaciones negativas en contra de los fundadores de esta organización y que poco a poco fue incorporando víctimas a los denunciantes iniciales.
Comunicado de la Conferencia Episcopal Peruana.
