ERP. Betty Rojas Luzón, es sin duda una de las figuras más representativas del vóley piurano, que formó parte de una “etapa dorada” del deporte de la net alta en las décadas del 80 y 90 y, que logró muchos títulos con la selección de Piura y con los colores de los equipos que defendió con mucha técnica y pundonor.
La práctica del deporte, en sus diversas modalidades, permite a la juventud y también a los adultos, ejercer un don que llevan consigo y que lo incrementan con el ejercicio cotidiano. Actitud, perseverancia, dedicación, disciplina, son valores que se suman para dejar huella en la disciplina que fue su pasión.
La ex voleibolista, admiradora de la internacional Cecilia Tait, evoca con nostalgia sus inicios en la práctica de este deporte cuando apenas tenía nueve años de edad vistiendo la camiseta de su colegio 14005 con los que dos años después obtuvo el campeonato de los Juegos Escolares.
Igualmente recuerda a sus primeros equipos como el JUNE, Club Grau, Universidad Nacional de Piura, Región Grau, Otto Tonsmann, y la selección de Piura donde permaneció desde los 14 hasta los 25 años de edad donde jugó con una generación de deportistas que cosechó grandes lauros para la región.
Señala que con la camita piurana compartió equipo con Olga Frías, Mary Palacios, Vilma Manrique , Carol Zelada, Gina y Tania Quinde, Roxana Gómez, Nidia Flores (Sullana), Marcela Herrera (QEPD) (Sullana), las hermanas Olaechea, Giselle Sandoval (Sullana), Janina Castillo y Lili Fernández (Chiclayo).
Para Rojas Luzón son imborrables aquellas jornadas frente al seleccionado de Sullana y la participación en la década del 80 en el Campeonato Nacional de Tacna donde el seleccionado piurano ocupó el tercer lugar. “Nos respetaban mucho en aquellas épocas, el vóley piurano era muy bien visto”, anotó.
Betty, recuerda a Diego Morán Oliva, su primer entrenador en la escuela primaria y a Antonio Aguirre, en el Colegio Nuestra Señora de Fátima. Posteriormente a nivel de equipos tuvo como técnicos a Beto Gallo (QEPD), Alberto Reyes Valdiviezo y Ernesto García Huarache, con quien después de algunos años contrajo nupcias.
Rojas Luzón, madre de dos hijos, y que dejó el vóley a los 34 años por una lesión de ligamentos, actualmente se desempeña como profesora de Educación Física en la Institución Educativa Santa María, donde enseña las técnicas y perfecciona las habilidades de sus pupilas para triunfar en el deporte, así como lo hizo ella.
