ERP. Con un mensaje budista y apelando a que las personas pueden enamorarse de sí mismas, Ángel Hoyos Calderón nos entrega su último cuento: "Emilio y el Gato". Según el autor las cosas más simples de la vida son las que deberían llenarnos más el corazón, tal como lo explicó en la siguiente entrevista concedida tras la presentación de su obra en la I Feria del Libro de Sullana.
¿Qué cuentas en Emilio y el gato?
Es un libro pensado para todas las edades. Como lo dije en la presentación es un libro que está muy influenciado por la filosofía budista, es decir, que la felicidad no se alcanza con las cosas materiales sino con las cosas más simples de la vida. El libro se puede leer en muchos niveles, está escrito en un lenguaje muy sencillo para que lo entienda un niño, pero una persona adulta puede encontrar otros niveles escarbando más mensajes dentro del libro.
¿Has escarbado en tu propia vida para escribir Emilio y el Gato?
Por supuesto, he escarbado en mi vida, he puesto un poco de mí en los personajes, en Emilio, en el Gato. Yo en algunos momentos soy como Emilio, un niño que está un poco perdido en la vida y que se frustra con todo pero que también se instruye. En otros momentos soy un poco como el Gato, que ya ha aprendido a lidiar con ciertos problemas y quiere compartir ese conocimiento con otras personas. Quiero que se entienda como una metáfora. El estilo de vida de los gatos es apaciguado, son seres que no se preocupan casi por nada, ellos cazan su propia comida, duermen todo el día, salen a pasear.
¿Pero en la sociedad prima más el poder económico?
Sí.
¿De algún modo el mensaje es ir contra la corriente?
Sí. Pero no necesariamente por el tema del dinero, sino por el lado de lo material. Me explico, lo material puede llegar a ser una persona, aferrarse a alguien o a algo, y basar en eso toda tu felicidad no está bien, porque todo se termina y porque eventualmente todo se llega a perder. Y si tu felicidad está en algo que está fuera de ti, tu felicidad va a durar muy poco. Debes encontrar la felicidad dentro de ti.
Es decir ¿enamorarse de uno mismo?
Así es, como se podría decir que son los gatos. Que se bastan ellos solos.
¿Eso no suena a narcisismo?
Es el motivo por el cual yo siendo niño no me gustaban mucho los gatos y no me gustaban las personas muy independientes. Pero son estilos de vida distintos. Son estilos de vida de los que puedes aprender, distintas maneras de amarnos a nosotros mismos.
¿Cuál es la línea para no pasar al egoísmo?
Spoileando un poco el libro, revelando un poco el final, el gato aprende del niño. Durante toda la historia da la sensación que el niño está aprendiendo del gato, pero al final el gato también aprende del niño, porque el gato lo tenía todo, menos la cuestión de la lealtad, de la amistad y de ver más allá de sí mismo y eso lo logra a través del niño. Ese es el mensaje, todos pueden aprender, todos son estilos de vida válidos, y todos se pueden enriquecer de todo eso.
