ERP. Jhon Anthony Rodríguez Mogollón, natural de un centro poblado del distrito de Querecotillo es la evidencia de las oportunidades que crean las capacidades y competencias. Estudiante de la Facultad de Ingeniería Económica de la Universidad Nacional de Frontera (UNF), gracias a su buen desempeño académico desde el 2017 accedió a la Beca Permanencia financiada por el Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec).
Este joven universitario de 20 años de edad cursa el VII ciclo de su carrera profesional. Cuenta que en junio del 2017, en una charla informativa que brindó Pronabec en la UNF, se enteró de la convocatoria a la Beca Permanencia.
“Me interesaron los beneficios que brindaba esta beca a los jóvenes con buen rendimiento académico para que puedan terminar con éxito sus carreras profesionales. Gracias a la coordinación de la Universidad Nacional de Frontera me animé a postular y logré ser un becario”, expresó Jhon Rodríguez.
En aquel momento, la familia de Jhon vivía una difícil situación económica, pues no contaba con los recursos necesarios para subvencionar los costos que demanda estudiar en una universidad que se ubica a 45 minutos de su querido caserío La Horca, un pequeño pueblo perteneciente al distrito de Querecotillo en la provincia de Sullana.
La Beca Permanencia otorga a sus becarios una subvención económica para gastos de alimentación, movilidad local y útiles de escritorio, hasta el término de sus estudios universitarios. Además, la institución ofrece acompañamiento integral para que terminen sus estudios con éxito.
Joven becario combina sus estudios con la práctica de la música
“Ganar la beca significó mucho para mí y mi familia, puesto que no solo alivió la carga económica, sino que me abrió muchas puertas para desenvolverme académicamente”, comentó Jhon.
Orador innato y su pasión por la guitarra
Acceder a la Beca Permanencia, a Jhon le cambió radicalmente su estilo de vida. “Me enseñó que los esfuerzos siempre son remunerados y recompensados con el pasar del tiempo, dejándome como enseñanza que las raíces del estudio son amargas como la hiel, pero sus frutos son dulces como la miel”, ilustró Jhon, a quien le gusta leer a grandes escritores y poetas peruanos como José María Arguedas, Antonio Machado y José Carlos Mariátegui.
Rodríguez Mogollón comentó que es un orador innato. “Con el pasar de los años y las pocas experiencias que he tenido, he sabido cultivar este don, pues me impresiona mucho y me atrae demasiado”, anotó.
Jhon es un estudiante que también disfruta de la música, ama tocar la guitarra, y hoy comparte su pasión con los estudios.
Enfrentando la pandemia
En estos momentos difíciles que atravesamos a nivel mundial por la pandemia de la COVID-19, Jhon ha tratado de adaptarse combinando sus estudios con ayudar a sus padres en las labores.
“Con mi familia estamos llevando de la mejor manera posible este periodo, tratando de conservar la inteligencia emocional y nuestro estado físico, después de terminar mis clases virtuales, ayudo a mi padre en su loable labor de agricultor”, indicó el estudiante.
Ser perseverante
Para jóvenes como Jhon, conseguir y mantener esta beca le ha demandado mucha dedicación y perseverancia. “Insistir, resistir, persistir y nunca pero nunca desistir y menos aun cuando se tiene un compromiso grande con el Estado, con mi familia y conmigo mismo”, manifestó.
Jhon se perfila como un excelente Ingeniero Económico, quien reconoce el gran apoyo que le brinda su familia, su madre, quien es el artífice que hoy sea un joven con valores y virtudes que lo acompañarán el resto de su vida.
“La Universidad Nacional de Frontera para mí significa el corazón viviente y palpitante que traerá consigo abundantes litros de sangre académica a nuestra añorada tierra de Sullana y en un futuro que se divisa no tan lejos de la vida, prosperidad y desarrollo les dará a mis coterráneos y llevará consigo, flameando y con orgullo la bandera del conocimiento tecnológico”, dedicó estas palabras a su casa superior de estudios.
