(ERP) Escrita por: Faviany Chávez Calmet. El Perú es un país reconocido por la diversidad biológica que alberga en su territorio. Un ejemplo claro de ello es el rico mar del norte que proporciona actividades de recreación, turismo y productos hidrobiológicos que alimentan a todo el país, estimándose que la pesquería aporta US$3200 millones y da empleo a alrededor de 225 mil personas, según la Organización Internacional “Océana”.
Aún así, podemos decir que el mar se encuentra gravemente amenazado debido a prácticas pesqueras no sostenibles, sobreexplotación de los recursos, contaminación generada por la extracción de petróleo y residuos sólidos que de manera diaria ensucian las bahías y ponen en riesgo a las especies marinas. Por ello urge que se declaré la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau, la cual protege Arrecifes de Punta Sal, Cabo Blanco-El Ñuro, Isla Foca y el Banco de Máncora, desde su orilla hasta 5 millas mar adentro.
Mar Tropical de Grau: Fuente de vida y esperanza | Por Faviany Chávez Calmet
Para Bernardino Panta, Presidente del Gremio de Pescadores Artesanales de El Ñuro, “la creación de la reserva ayudaría en dos puntos claves: en la calidad de pesca, es decir que el producto a ofrecer será mejor y libre de contaminación; también permitirá el desarrollo del turismo vivencial, el cual permitirá que los visitantes experimenten directamente como es la actividad pesquera”.
Una de las denuncias más comunes que hacen que los pescadores deseen que se establezca la reserva es debido a la pesca ilegal en la zona, la cual esquilma los recursos marinos, destruyendo los hábitats y perjudicando a los pescadores legales y a las comunidades costeras. En la zona de Cabo Blanco, el principal problema es la práctica conocida como bolichera de arco y arrastre, ya que depreda las zonas que son bancos hidrobiológicos, debido a que las redes y plomos de las embarcaciones arrastran con todo, dejando residuos en el fondo del mar.
Mar Tropical de Grau: Fuente de vida y esperanza | Por Faviany Chávez Calmet
El objetivo de esta reserva sería también la recuperación de las especies marinas que se encuentran en peligro de extinción. “Cada especie tiene una temporada de pesca, es por ello que nosotros en la Islilla realizamos una pesca sostenible, porque pescamos según la especie que llega de la Corriente del Niño y la Corriente de Humboldt, que cumple con la talla mínima”, declaró Justo Bancayán, exsargento de playa de La Islilla.
El establecimiento de la reserva es importante para el presente y para el futuro, ya que los recursos que proporcionan estas zonas son importantes para el sustento económico de las caletas y generan seguridad alimenticia para todo el país. En las 5 millas se encuentran las áreas de procreación, por lo que más que importante es una obligación su conservación.
Mar Tropical de Grau: Fuente de vida y esperanza | Por Faviany Chávez Calmet
