ERP. Se inició el 2021 y la pandemia aún no amaina, el sistema sanitario sigue siendo deficitario y la solución será de mediano plazo. Sin embargo, se han dado algunos pasos significativos y otros que tienen a consolidarse para dotar a la región Piura de una infraestructura hospitalaria, con equipamiento y recursos humanos suficientes para atender la demanda de salud.
Después de muchas idas y venidas, de ofrecimientos y promesas incumplidas, la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, en concordancia con el Gobierno Regional de Piura lanzaron el proceso para la ejecución del Hospital de Apoyo II de Sullana, la cual tendrá servicios que podrían mejorar la atención en salud. Se hará mediante la modalidad de convenio Gobierno a Gobierno.
Igual pasos se han dado para el Hospital de Chulucanas, cuya población muchas veces se ha visto perjudicada, por no contar con la oferta necesaria para la atención de los suyos; la modalidad es la misma y permitirá en un futuro, que una de las provincias populosas de la región Piura cuenten con un mejor nivel de atención.
Sabemos que uno de los problemas de competitividad de la región Piura se encuentra asociada a la falta de establecimientos de salud idóneos; los diversos gobiernos regionales hicieron poco por entender el problema, los congresistas no tuvieron ningún peso en la gestión y fuimos superados por todas las regiones y esas irresponsabilidades se han palpado en la emergencia por la pandemia.
Contra todas las críticas, Servando García Correa, facilitó encontrar formas más expeditivas para cerrar esas brechas visibles y contar en un futuro con establecimientos de salud acorde a una región que tiene la segunda población después de Lima. El peso de Piura en el contexto nacional ha sido irrelevante y es una deuda pendiente para quienes anhelan representarnos en un futuro.
Tanto como Chulucanas, se encuentra en proceso el Centro de Salud de Castilla, más conocido como Cesamica. Pudo talvez construirse en el mismo lugar, pero problemas de propiedad de un híbrido llamado Beneficencia de Piura ha impedido esa posibilidad; sin embargo, la solución se encuentra definida y la ciudad de Castilla, en el mediano plazo podrá atender a la población usuaria como corresponde.
Pese a todo lo que se viene haciendo es insuficiente, muchos años de postergación no se pueden solucionar de la noche a la mañana y falta consolidar la gestión para que el Hospital Regional de mayor complejidad se haga realidad mediante el Convenio Gobierno a Gobierno. El gobernador y el responsable de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios han precisado que será la vía idónea y es una buena noticia pensando en el mediando plazo.
Si bien es cierto que la salud preventiva es mucho más beneficiosa para la población, se encuentra muy vinculado a la cultura de la población y será un cambio que deben promover las familias, es decir cuidarse para enfermarse menos y por lo tanto, requerir un establecimiento de salud solo en emergencia.
El otro aspecto a tener en cuenta es el equipamiento de los establecimientos de salud, para que los profesionales asignados puedan cumplir mejor con su función. El recurso humano es fundamental y la experiencia habida con la pandemia debe haber despertado la realidad de muchos políticos y los diversos planes de gobierno con miras a las Elecciones Generales del 2021, así lo demuestran.
Por último, se pueden construir muchos más hospitales de los que tenemos, tener mejor capacidad de resolución que los actuales; sin embargo, sino se mejora la parte administrativa siempre existirán problemas y límites. Mantener el liderazgo es necesario, los establecimientos de Salud deben estar prestos para atender a una región, que siempre tiene problemas con patologías comunes y otras no tantas.
Si existe una meta pendiente en la región Piura, se llama establecimientos de salud para Piura, Sullana y Talara; respecto a Ayabaca, Huancabamba y Morropón los pasos están dados, solo es necesario esperar con tranquilidad y sin desesperarse.
