ERP. Conforme lo reiteramos en este medio de comunicación, Manuel Merino de Lama no tenía las credenciales para ejercer el cargo de presidente de la República; sin embargo, la concertación de varios partidos políticos declaró la destitución de Martín Vizcarra Cornejo y en aplicación de la Constitución Política del Perú hizo real una especulación que se repetía durante las últimas semanas.
Fueron 105 parlamentarios pertenecientes a Acción Popular, Podemos, Unión por el Perú, Fuerza Popular, Frepap, una parte del Frente Amplio y de Somos Perú, los que se sumaron en contra de Martín Vizcarra, quien venía realizando un trabajo aceptable y de reconocimiento por parte de la población peruana.
Tras la destitución de Vizcarra, la protesta ciudadana no se hizo esperar, sobre todo por la grosera forma de convertir una investigación penal en “permanente incapacidad moral”. De acuerdo a la mayoría de constitucionalistas, la decisión era contraria a la Constitución Política del Perú y por lo tanto, debería ser rechazada; sin embargo, fue superior la ambición de aventuraros, ambiciones y truhanes que la resolución adecuada.
En efecto, el proceso seguido en el Congreso de la República tuvo una sola dirección, calificar de corrupto al expresidente sin que exista ninguna resolución judicial que así lo diga y una defgensa bien estructura, pero poco efectiva en su resultado. La razonabilidad y el buen criterio es lo último que pudo observarse en el Pleno del Congreso conformado por una gran mayoría de personas sin formación académica y sin criterio.
Evidentemente, se había logrado convencer a líderes y congresistas para que voten por la vacancia; en esa nómina, no solo se encontraban los congresistas, sino igualmente sus líderes como César Acuña Peralta; Keiko Fujimori, Marco Arana, José Luna Gálvez y otros de Acción Popular, quienes se sumaron a la moción presentada por Unión por el Perú. La suerte estaba echada para el mandatario Vizcarra.
Fuerza mi Perú | Arte de Melina Quinteros Azcárate
Es por eso que no sorprendió la protesta de la población peruana, sobre todo de una juventud que no permitía ser engañada. Una juventud que quiere hacer diferente las cosas y que ya no son sujetos de engaño. "Se metieron con la generación equivocada" fue el mensaje de muchos carteles con los cuales marcharon por las calles del Perú.
A Merino de Lama un personaje oscuro de Tumbes, más le interesó ser llamado presidente, que reconocerse con sus limitaciones. No le interesó la campaña nacional de #Merinonoesmipresidente y siguió ad4elante minimizando las protestas y cuestionamientos. Era entendible, no es autodidacta y tampoco tiene formación académica que lo condicione para analizar debidamente la realidad. .
Merino de Lama, el presidente de facto y luego su primer ministro, demostraron estar totalmente alejados de la realidad y crisparon mucho más a una ciudadanía ávida por pertinencia. Las declaraciones dadas en los medios de comunicación pintaron de cuerpo entero, las reales capacidades de Manuel Merino de Lama y la desubicación de Antero Flores Araoz.
Ese mismo sábado, se concentraron miles de peruanos y peruanas, a continuar con su protesta y lo hicieron como días previos de manera pacífica; sin embargo, personal de la Policía Nacional del Perú comenzó a agredir a los manifestantes con consecuencias alevosas. Dos personas murieron y más de 40 fueron heridos por perdigones disparados directamente al cuerpo. Es una responsabilidad que deberá investigarse para encontrar al responsable inmediato y mediato.
El Perú, consecuencia de la ambición aviesa de algunos políticos ha sido llevado a una situación de inestabilidad, algo que se suponía superado. En las próximas horas la situación de Manuel Merino de Lama podría terminar con su renuncia o con su censura en el Congreso de la República y plantear un gobierno de transición que realmente le devuelva la paz y la tranquilidad que el país necesita en estos momentos.
Que la muerte de los jóvenes héroes de la democracia ocurridos el último sábado no sea en vano y que se sancione a los aventureros quienes en busca del poder festinaron el rigor constitucional en sus decisiones.
