ERP/M.Seminario. Hace aproximadamente 2 años y medio que no investigaba en el Archivo Regional de Piura, (ARP), y hoy para mi sorpresa, esta valiosa unidad que guarda la memoria de todos los piuranos, está más operativa que antes, la generosidad de su directora Nelly Chunga de Merino y el personal especializado que la acompaña, han hecho posible que hoy pueda entregarles estás páginas.
A esta generosidad, debo agregar la hospitalidad con la que me han tratado los doctores Raúl Mata la Cruz e Ivonne Mansilla de Mata, cuyo afecto me ha permitido dedicar más tiempo a la investigación, por haber compartido con ellos el almuerzo, gran almuerzo cultural, en las horas de cierre del Archivo, aprovechando para conversar con ellos, y adelantar algunos de los tópicos que traté en la conferencia sobre Historia Económica del Valle del Chira, pronunciada la noche del 25 de marzo, en el auditorio de la Cámara de Comercio de Sullana.
La consulta de los protocolos notariales de Manuel Mendoza Morales, que guarda con mucho orden el ARP, nos permite hacer un viaje imaginario por la Piura de la segunda mitad del siglo XIX, y rescatar grandes propósitos de la industrialización y del comercio a gran escala, por parte de muchos extranjeros, que como visionarios de un país mejor, apostaron e invirtieron en Piura, pensando quizá en los cambios necesarios que mejorarían las condiciones socio económicas de muchos piuranos.
Nos enteramos por ejemplo, que el 5 de mayo de 1893, se conforma por un período de 6 años, una Sociedad de Hojalatería, a funcionar en la caleta de Talara, promovida por los socios,Nicholai J. Taiman, David Freeman, J. C. Freeman, y John Benninger, estadounidenses radicados en Talara; Taiman era empleado del establecimiento de petróleo en el mencionado lugar. La compañía funcionó como NATIONAL PRODUCT SUPPLY C°, desticada a la fabricación de toda clase de artefactos de hojalata y similares, estableciendo además, sucursales en otros lugares, ya que el boom del petróleo había sensibilizado a varios inversionistas en el norte peruano.
Así vemos por ejemplo también, a Oscar La Porte y a su hermana María La Porte, comerciantes franceses radicados en Paita, dedicados al negocio de minas de petróleo, azufre y otras substancias minerales del norte peruano, rubro al que de igual modo se dedicaba en Piura Ramón Cabieses, y los hermanos Raygada Oyarzábal. Los La Porte y Cabieses eran propietarios de 30 pertenencias de petróleo y 14 de azufre, ubicándose sus yacimientos al sur este de Punta Falsa en Garita y Reventazón, Sechura. No se quedaron atrás, invirtiendo en la explotación petrolífera, los hermanos Pedro Rafael, Gumercindo y Diego de Lama, en Tumbes; y el súper intendente del ferrocarril de Paita a Piura, don Claudio R. Davies.
Con estos extranjeros, también aparecen en el escenario de la industria, agricultura y comercio piuranos, Claudio Wiese, alemán, vecino de Amotape, marino de profesión que llegó a ser administrador de la Compañía MARDON y STERLING, formada alrededor de las tierras agrícolas de Santa Lucía, donde se instaló una desmotadora de algodón en 1860, la sociedad terminó en 1868, y 3 años después, en 1871, unas lluvias torrenciales, y el desborde del Río Chira, destrozaron casi todo el fundo, llevándose la bomba y otras máquinas, y lo poco que se salvó, con excepción de la máquina desmotadora, fue arrastrado por las crecientes en 1878.
Cuando Antonio Raimondi, que había conocido el Valle del Chira en 1868, se enteró del desastre, se lamentó mucho por el fin desgraciado de ese primer gran intento de industrialización del agro piurano.
Miguel Arturo Seminario Ojeda / Presidente Honorario de la Asociación Cultural Tallán.
