ERP/N.Peñaherrera. Hace ocho días les comentaba cómo la población y algunas autoridades de Sullana tuvieron oportunidad para hacer catarsis -¡vamos, eso no fue diálogo!- sobre sus puntos de vista acerca de la contaminación en Sullana.
Como dije, el ejercicio me pareció saludable, porque eso de mandarse mensajitos punzocortantes por Facebook solo alimenta el resentimiento, pero no aporta en absoluto a la solución.
Creo que más acercamientos en vivo y en directo como ésos pueden ayudar a que las dos partes se convenzan que no son dos partes diferentes, sino una sola con diferentes habilidades y competencias en pos de conseguir un mismo propósito: que Sullana ya no apeste y que el Chira dé gusto de volverlo a poner en nuestras postales.
Me parece que esa alianza es lo mejor que nos puede pasar, porque eso de que la población delegue la solución de nuestros problemas a las autoridades es insostenible, especialmente si la población es parte del problema.
Te lo pongo bien gráfico, y hasta coprofágico: cuando jalas la cadena, quién fue el o la que utilizó el retrete... ¿el alcalde? Claro, en su casa, lógico; pero, ¿en la tuya?
Ya pues.
Sin embargo, hay gente que va al baño y aún cree que la culpa es de un tercero.
Éso deduzco leyendo entre líneas a alguien que comentó mi artículo del 22 de marzo a través de Twitter: que la población se una y exija...
OK, sí, me parece bueno, pero ésa no es mi propuesta.
Si no se entendió, lo que yo pienso es que población y autoridades se den la mano antes que darse la espalda para resolver el problema de la contaminación.
A mí no me parece que alguien se la pase pidiendo y pidiendo (como la canción de Belinda: "y quiero eso, eso, eso, eso, eso, eso, eso es lo que quiero yo") sin ofrecer algo a cambio.
Simple: si no siembras maíz, jamás podrás cosechar maíz.
Entonces, repito que para que la solución a nuestros problemas comunitarios sea sostenible, autoridades y población debemos mirarnos como socios. No es que me caigan bien las autoridades, pero cuando estás en pie de guerra, lo lógico es que busques aliados.
Como dijo uno de los líderes comunitarios, es la lucha de David contra Goliat (con todos sus hermanos).
Entonces, ¿seguiremos esperando a ver si afinamos la puntería, o vamos en bloque?
Ahora, si las autoridades demuestran hasta el último respiro de gestión que son un obstáculo, ni modo, no podemos pedirle peras al olmo; pero, a mi juicio, éste no es el caso de Sullana.
Agarrémonos de las rocas que aún nos resguardan de caer al precipicio. Quien quiera adoptar posiciones suicidas que vaya solito, pero mientras haya manera de seguir escalando, sigamos cuesta arriba.
(Sigue al autor en Twitter como @nelsonsullana)
