ERP. La iniciativa de construir el invernadero surgió tras un campamento realizado en diciembre del 2022, también en Lalaquiz. Entonces, los estudiantes junto al equipo técnico del proyecto construyeron secadores solares para café. Su vivencia cercana de los desafíos sociales, económicos y de transporte que enfrentan los pobladores de esta parte de la sierra piurana los motivó a idear una nueva propuesta que les ayude a mejorar sus condiciones de vida.
“Actualmente, la humedad generada por la neblina y la llovizna dificulta el crecimiento óptimo de cultivos en esta área, principalmente, de los vegetales; por esta razón, los jóvenes decidieron aportar con un invernadero que creara un microclima propicio”, comentó Carmen López, encargada de la capacitación y asistencia técnica sobre conducción de biohuertos del Proyecto Lalaquiz.
Los estudiantes de la Universidad de Piura Agnes Busal, Josué Cabanillas, Daniel Masías, Karen Hernández, Diego Antezana, Alejandro Herencia, Bruno Neyra, Víctor Castro (Ingeniería) y Danitza Peña (Economía) estaban convencidos de querer implementar esta iniciativa y, tras no conseguir financiamiento a través de un concurso, no se rindieron. Organizaron actividades para recaudar fondos por sí mismos y cubrieron sus gastos de alimentación y materiales necesarios para la construcción del invernadero.
Desde el proyecto “Desarrollo rural sostenible con fomento del respeto de los derechos fundamentales de la población del distrito de Lalaquiz en Piura (Perú)”, ejecutado por la asociación FIAD y la UDEP, se les apoyó coordinando aspectos logísticos, como el alojamiento y la alimentación, ya que la zona carece de facilidades comerciales. Asimismo, el equipo técnico les asistió con la formulación de la propuesta del invernadero y guió el proceso de construcción.
Los estudiantes de tercero, cuarto y quinto de secundaria de la I.E. 14487 San Lorenzo, así como los profesores y su director, se unieron a la construcción. Esto no solo agilizó el proceso, sino que fomentó la colaboración intergeneracional y el intercambio de conocimientos.
“Hemos podido compartir con los escolares del centro educativo, y nos hemos dado cuenta de que ellos ya tienen muchos conocimientos previos sobre agricultura. A la vez, pudimos relacionarnos y conectar con ellos. Los alumnos y docentes de la institución educativa están muy contentos con este invernadero porque les ayudará con el cultivo de verduras y frutas, para que puedan alimentarse mejor y aumentar su calidad de vida”, comenta Agnes Buscal Chang (VII ciclo, Ingeniería Industrial y de Sistemas).
Además del invernadero, los estudiantes de la UDEP capacitaron a la comunidad educativa local, para el uso y mantenimiento eficaz de este espacio. Este enfoque en la capacitación y la sostenibilidad garantiza que la inversión realizada por los estudiantes continúe beneficiando a la comunidad a largo plazo.
Diego Antezana Medina (IX ciclo de Ingeniería Civil) destaca cómo esta experiencia fue enriquecedora en términos de aprendizaje y desarrollo personal. La experiencia práctica de convertir un proyecto en realidad les proporcionó una comprensión más profunda de los desafíos y las recompensas de la implementación de iniciativas de desarrollo social. Además, subrayó el valor de la colaboración y la diversidad de habilidades presentes en el equipo, así como la importancia de la iniciativa y la voluntad para lograr un cambio significativo.
Los estudiantes coinciden en que les gustaría que más compañeros conocieran esta iniciativa y se unan para llevar a cabo muchas otras. Su objetivo es establecer un precedente para futuros proyectos de voluntariado en la región, sobre todo en las zonas donde la Universidad de Piura viene ejecutando sus proyectos de desarrollo.
Dato
Desde el 2002, Universidad de Piura viene potenciando el desarrollo local, a través de proyectos que contribuyen a mejorar la calidad de vida de las comunidades rurales de la región Piura.
