ERP/Nelson Peñaherrera Castillo. Atardece el sábado 10 y la maquinaria se detiene en el paraje Flor de Agua tras otra penosa jornada corrigiendo el estropicio creado por la Naturaleza, que sigue enviando garúas matinales aparentemente empecinadas en impedir la conectividad vial. La ofensiva comenzó el martes 6 desde tan abajo como Piscán hasta tan arriba como La Laguna, donde uno de los vehículos se paralizó por una avería el domingo 11.
La Municipalidad Distrital de Yamango dispuso los trabajos para recuperar la transitabilidad de la vía que les conecta a la ciudad de Morropón y al resto del Perú, aunque todavía queda pendiente el segmento que va desde la variante que conecta a la capital distrital con Tamboya, la segunda localidad más poblada de la jurisdicción.
En ese lugar, El Regional de Piura verificó el mal estado de la carretera el 2 de junio y lo publicó dos días después; a mitad de semana, Alexis Córdova Alberca (40), contador de profesión y nacido en Yamango, nos contactó para verificar la autenticidad de la noticia, así que lo acompañamos recorriendo la carretera que, además de las garúas, sigue teniendo como amenaza unas cinco quebradas que caen desde lo alto y cuyo repentino aumento de caudal puede interrumpir el tránsito.
De hecho, recién el miércoles 7 se ha reanudado en forma restringida el servicio de la empresa La Flor del Café, que transporta carga y pasajeros hacia y desde el terminal terrestre de Castilla.
"Tenemos que recuperar esta carretera", comenta Alexis Córdova luego que un bache hiciera chocar nuestras cabezas con el techo de la camioneta doble tracción en la que subimos hacia Yamango.
Aunque tiene habilidad probada -posee un brevete profesional- para conducir estos caminos que conoce desde su primera infancia, también es cierto que hay lugares donde la carretera tiene sendos chichones complicados de sortear.
A los costados, las plantaciones de cañas de guayaquil (bambú) siguen creciendo y fijando el suelo, aunque sus productores sigan lamentándose que, mientras ellos venden cada palo a ocho soles puesto en carretera, el intermediario lo venda hasta en 25 soles, sea en la ciudad de Piura o en la de Máncora, su otro mercado.
Por su parte, la población del sector Choco, situado en la parte más alta de Yamango aún sigue técnicamente aislada de su capital distrital: penosamente se puede llegar hasta el caserío de Pagay, y luego comienzan los problemas en La Laguna, hasta donde pudimos subir en una camioneta doble tracción con Alexis Córdova. Allí es donde una de las máquinas se averió tratando de reabrir el paso.
Los precios llegaron a quintuplicarse
El jueves 8, algunos dirigentes de Choco se reunieron con el alcalde distrital Samuel Saldaña, quien se comprometió a recuperar la conectividad vial, tal como informó Radio Campesina, una estación local en Yamango.
Según el encargado, el aislamiento por carretera fue campo fértil a los especuladores quienes duplicaron y hasta triplicaron los precios de la canasta básica, en un lugar catalogado como de extrema pobreza, lo que movió a la parroquia local a conseguir mercancía a precio de costo y ofrecerlo a la comunidad. Los especuladores blasfemaron todo cuanto quisieron, pero se vieron obligados a bajar sus precios también.
"Ahora ya se ha normalizado", me dicen en la radio.
También el transporte incrementó sus costos. La carrera en moto de Yamango a Choco, que usualmente cuesta 20 soles como mínimo, se llegó a qintupplicar, según me confió el trabajador de un colegio secundario, quien casi pierde la vida tratando de salvar una de las cascadas que hay en la ruta.
Cuesta abajo, antes que La Flor del Café reanudara su servicio, solo se podía llegar en camioneta doble tracción, que alcanzó a cobrar hasta 50 soles por persona en el tramo hacia Morropón. Actualmente cuesta la quinta parte, como solía ser su precio regular.
Alexis Córdova mira el tema de la carretera como una de las mayores desventajas de su distrito (al igual que muchas personas en la ciudad de Piura) porque altera la economía mayormente basada en la producción agropecuaria, enriquece a contadas personas (entre ellas a un regidor quien parece haber sido uno de los especuladores), y acentúa la pobreza en toda la jurisdicción.
"Si los agricultores no pueden sacar sus productos hacia Piura, ¿cómo van a mejorar la vida de sus familias", cuestiona Córdova.
"Las autoridades deben seguir trabajando para recuperar la carretera", agrega mientras evita otro bache que nos estrelle contra el techo de la camioneta.
Y aunque ha mermado considerablemente en los últimos cinco años debido a la roya, se viene la cosecha del café. Con un escaso volumen y una carretera todavía por recuperar, ¿cuál será el futuro de uno de los productos más representativos del agro piurano?
Más aún, ¿cómo podría concebirse el futuro de Yamango sin no se conecta eficaz y eficientemente a los mercados en los que suele ofrecer el resto de su producción?
