ERP/En la carretera Sullana-Ayabaca. La festividad del Señor Cautivo no solo es una expresión destacada de la fe católica en Piura sino la oportunidad que tienen empresarios y comerciantes para incrementar sus ganancias, aunque en este rubro también podrían considerarse a los policías quienes parecen aprovechar la ocasión para ganar dinero extra a costa de la informalidad con que trabajan algunos transportistas.
Solo en la carretera Sullana-Ayabaca, cada conductor tendría que separar hasta 28 soles diarios de su dinero o sus ganancias para sobornar a malos policías apostados en puntos estratégicos de la ruta, especialmente si no tienen sus papeles en regla o violan evidentemente las reglas de tránsito. En diálogo con varios transportistas, indicaron su malestar y su preocupación.
Este medio notó que los lugares donde se habrían establecido esta suerte de ‘peajes policiales’ son el peaje de Valle Hermoso, en el Km. 17 del tramo Sullana-Tambogrande, donde los uniformados estarían cobrando dos soles; luego en el desvío Sajinos, distrito de Suyo (Ayabaca), donde la cuota sería de cuatro soles; finalmente, Chanurán, cerca de un puesto de control policial, a solo un kilómetro de la ciudad de Ayabaca, donde el conductor tendría que pagar hasta diez soles. Las mismas cantidades aplicarían en la ruta de regreso hacia Sullana.
Eventualmente hay una barricada que se ha formado en Las Lomas, y en la que también se estaría cobrando coima para dejar circular a los transportistas.
Por estos días, una veintena de vehículos entre autos tipo station wagon y camionetas están llevando turistas y fieles que acuden principalmente a visitar el templo Nuestra Señora del Pilar, donde se halla la imagen del Señor Cautivo. Esto significa que a diario, malos policías estarían recibiendo entre 250 y 280 soles por concepto de sobornos.
Y conforme se acerque el día central, el 13 de este mes, la cantidad de vehículos se incrementaría.
Además, se especula que la municipalidad de Ayabaca instalaría una tranquera a unos cinco kilómetros antes de llegar a la ciudad para cobrar una cuota de ingreso por vehículo, que podría ascender hasta diez soles. Esta versión no ha sido oficialmente confirmada por la comuna, pero es una costumbre que se da año a año.
Quien dude que en octubre se producen milagros, aquí tiene una manifestación tangible y quizás sin mucha intervención divina.
