ERP. Las costumnbres y tradiciones se mantienen intactas en el distrito de Catacaos y asumir un tol en Semana Santa, es un motivo de orgullo y responsabilidad. Rosa Rosario Albán Lozada, más conocida como “Chayo”, la Depositaria 2025, acaba de cumplir 75 años, y sin haber tenido una niñez de lujo, siempre vivió su fe buscando imitar a Nuestro Señor, gracias a las enseñanzas de sus padres, Teófilo Huberto y Concepción.
El depositario o la depositaria, es el encargado de custodiar las llaves del tabernáculo, símbolo de la confianza de Cristo en él. En una ceremonia especial, recibe una llave de oro colgada de un cordón negro, que representa esta responsabilidad. El Depositario se prepara durante un año tras ser elegido por la Cofradía del Santísimo Sacramento del Altar. En Semana Santa de Catacaos, se renueva aña a año y cumplen una función importante.
“Cuando éramos niños, a los 9 hermanos nos preparaban para vivir la Semana Santa, participando en la Misa, la procesión, no en la feria ni en la bulla”, nos cuenta, evocando esos bellos momentos. Su padre, un orgulloso mecánico que trabajaba para la Compañía Irrigadora Piura, de los alemanes, traía el dinero, que doña Concepción administraba para darle lo que necesitaban sus 9 hijos.
Sus primeras letras las aprendió de la maestra Lea Zapata de Saldarriaga, luego pasó a la 28 y de allí al Juan de Mori, reseña, quien luego se ganara la vida como la costurera de su familia y allegados. “Chayo”, como le dicen en casa, recuerda las misas, la bajada del Cristo Yacente, la preparación de la Urna, la Misa de Resurrección, los castillos que se queman, etc.
Del compartir de los 7 potajes, solo participó solamente dos veces, cuando dos vecinos fueron quienes sirvieron al Señor. Preocupada por lo espiritual, llama a sus paisanos y a quienes lleguen a compartir la fe de Catacaos, a vivir plenamente la Festividad, en recogimiento.
“Debemos vivir la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, con una Fe profunda. Hay que sentirla con dolor, recogimiento, asumiendo nuestros pecados y faltas, buscando enmendarnos, para no volver a caer en el error”, dice pausadamente, poniendo énfasis a sus palabras.
“Por eso, pido a Dios que nos siga teniendo salud, que nos cuide si tenemos algún familiar enfermo. Estamos en sus manos de Dios, por eso debemos estar agradecidos a Él”, agrega.
Luego, solicita que Catacaos se una para recuperar ser ese lugar hermoso de antaño donde se podía caminar seguro. Rosa Rosario, fue parte de los Comités para Reconstruir el Templo San Juan Bautista y la capilla El Carmen y en aquellos días caminaba segura hasta muy tarde.
Los 7 potajes
Con fe y confiando en que el Señor, es quién provee, invita a todos a llegar a la cuadra dos del Jirón Zepita para compartir los 7 potajes del jueves santo. “Tenemos personas de diferentes partes del país e incluso del Ecuador – Cariamanga, a quienes vamos atender como Dios dispone”, sentencia.
“No puedo calcular ni decir a cuántos vamos atender, pues eso lo dispone Dios, pero ya estamos preparados con la familia, amigos y los vecinos para cumplir con los 7 potajes del jueves santo”, agrega.
Finalmente pide que cese la violencia y delincuencia en su Catacaos, Piura, el Perú. “Basta ya. Debe parar esta inseguridad y violencia en el país” anhela.
