“El dengue es un problema de salud pública que año a año nos ha afectado fuertemente. Incluso, frente a las persistentes deficiencias que tenemos y los efectos del cambio climático, la situación podría empeorar. Existen dos problemáticas puntuales que nuestra región enfrenta y sobre las cuales se debería trabajar en los próximos años: la calidad de acceso a agua y los inadecuados establecimientos de salud con los que contamos. A ello se suma el seguimiento que se debe realizar del gasto que se destina para enfrentar la enfermedad y asegurar que estos recursos sean suficientes”, comentó Germán Vega, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES).
Falta de acceso a agua y establecimientos de salud deficientes
El especialista indicó que una de las problemáticas que enfrenta la región es la calidad del servicio de agua que se ofrece. Aunque el 87% de los hogares piuranos tiene acceso al servicio de agua, solo el 14% cuenta con este servicio durante todo el día, según datos de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) al 2022. Esta situación empuja a las familias piuranas a almacenar el recurso hídrico en envases o tanques que son, justamente, el lugar donde el mosquito transmisor del dengue (Aedes aegypti) anida.
Incluso, pese a ser un problema de salud frecuente en la región piurana, el especialista alertó sobre la fragilidad de los establecimientos de salud y, por tanto, la ineficiente respuesta médica a la enfermedad. Al respecto, se identificó que el 98% de los establecimientos del primer nivel de atención en Piura cuenta con una capacidad instalada inadecuada y aún se requiere garantizar el abastecimiento de medicamentos.
¿Cómo se han ejecutado los recursos?
Al revisar la ejecución del Programa presupuestal que contiene los recursos para prevenir y atender enfermedades metaxénicas y zoonosis –que incluye la lucha contra el dengue– se observa que, en los últimos cinco años, ha alcanzado aproximadamente el 98% de gasto. Incluso, el presupuesto destinado a combatir estas enfermedades para este año asciende a más de 32 millones de soles, lo que representa un incremento de 7.3% con respecto al 2023. Entre las distintas acciones que se encuentran en este programa está la protección de viviendas en áreas de alto riesgo de estas enfermedades y el diagnóstico y tratamiento de las mismas.
“Hemos visto un aumento de presupuesto y una ejecución que casi alcanza la totalidad. Se está gastando más, sí; sin embargo, no se corrigen los problemas y se requieren ajustes urgentes. Lo que corresponde es emprender acciones para monitorear cómo se está gastando este presupuesto. Identificar las iniciativas, las acciones preventivas y los resultados que se han obtenido. Hay que preguntarnos en qué se viene gastando y si se requiere, propiciar más recursos para contrarrestar la propagación de la enfermedad”, apuntó Vega.
El especialista de REDES resaltó que el dengue trae consigo otros problemas, como el ausentismo escolar y laboral por días de enfermedad aguda y por días en cama. Así también, subrayó que se pueden evidenciar meses de fatiga post-infección y el impacto puede alcanzar al bienestar y la productividad. Ello se suma a que las familias pueden endeudarse para cubrir costos relacionados a la enfermedad.
“Considerando la carga económica que el dengue genera no solamente cuando se contrae, sino con sus consecuencias posteriores en la salud, urge identificar estos impactos y considerar iniciativas de prevención y respuesta necesarias. Este impacto se puede ver agravado en el caso de los escolares si consideramos la afectación que ya ocasionó la pandemia a sus aprendizajes. Año a año se repiten las mismas problemáticas con esta enfermedad y se generan distintas pérdidas, siendo la más importante la vida humana”, concluyó Vega.
