ERP. Pese a las prohibiciones, la madrugada del domingo, personal de Fiscalización y Serenazgo de la Municipalidad de Castilla, intervino un establecimiento ubicado en el caserío Miraflores (Medio Piura), en la ribera del Río Piura, donde más de 150 personas consumían licor y bailaban en una fiesta COVID -19 animada con un DJ.
En la intervención se encontró a los jóvenes tomando bebidas alcohólicas y bailando sin respetar los protocolos de bioseguridad. Algunos de los asistentes intentaron salir del lugar para evitar una multa, pero fueron retenidos por la Policía, que les impuso la infracción correspondiente. Posteriormente fueron dispersados de manera pacífica.
Los fiscalizadores impusieron dos multas, una por no contar con licencia de funcionamiento por 2 mil 220 soles, equivalente al 50% de una UIT, y otra por realizar eventos que generen aglomeración, la cual es de una UIT, es decir 4400 soles. Asimismo, como medida complementaria, se clausuró el local de manera temporal.
Mano dura
El alcalde de Castilla, José Aguilar Silva, advirtió que se impondrá mano dura a las discotecas con fachada de restaurantes, que son visitados de manera permanente por Fiscalización y Serenazgo, sobre todo los fines de semana. El burgomaestre animó a los vecinos a denunciar este tipo de eventos que ponen en riesgo la salud de la población.
El subgerente de Fiscalización de Castilla, Joel Melquiades Reyes, lamentó que estos hechos ocurran, pese a las advertencias de la última reunión sostenida en el Salón Comunal del Caserío Miraflores con los propietarios de los establecimientos del Medio Piura, donde se hizo hincapié en el cuidado de la salud de los usuarios.
Datos:
• Como parte de la intervención también se decomisaron equipos de sonido, así como consolas de DJ, parlantes y luces.
• Los agentes municipales vigilan el cumplimiento de la inmovilización social obligatoria, de lunes a domingo de 12:00 m. a 4:00 a. m.
