ERP, El Dr. Manuel Alejandro More More, investigador y experto en física de la atmósfera de la Universidad Nacional de Piura (UNP), señaló que si bien la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y el Comité Multisectorial responsable del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN) ya anunciaron un Fenómeno de El Niño para el verano de 2019, existen anomalías en el Océano Pacífico que aún no determinan con claridad si este fenómeno será de gran magnitud.
“La zona 3.4 del Fenómeno El Niño que se encuentra frente a la costa oeste de los EE.UU. viene desarrollando un calentamiento en sus aguas, mientras que en la zona 1+2 que afecta al hemisferio sur especialmente a los países de Perú y Ecuador están reteniendo este calentamiento y no dejan ingresar las masas de agua con altas temperaturas, provocando incertidumbre para definir si este Fenómeno El Niño será global o no,”, indicó Manuel More.
Experto Dr. Manuel Alejandro More More
More More, manifestó, que grandes extensiones de áreas del Océano del Pacífico Sur zona 1+2 están con anomalías negativas aún, “Este proceso de enfriamiento que anunciamos en diciembre del año pasado ha sido uno de los más largos registrados en el océano de nuestras costas, pero durante la última semana del mes de agosto la temperatura del mar ha empezado a normalizarse registrando un repunte en las zonas de El Niño, el cual hace deducir que la zona 1+2 podría abandonar su estado de enfriamiento y colocarse por encima de los valores normales”.
Actualmente la zona 1+2 tiene una temperatura de 0.2°C, mientras que en las zonas 3 – 3.4 cuentan un registro de 0.4° C, y en la zona 4 esta temperatura asciende a 0.8° C. indicó el especialista, además informó que a 360° E – 150°w existe una masa de aguas calientes que vienen trasladándose hacia el continente americano.
More More, también añadió “Lo que sí es seguro es que la zona 1+2 ha empezado a independizarse de las demás zonas, pues si tomamos como referencia el calentamiento del verano del año 2017 y el enfriamiento de los años 2016 y 2015 en donde se anunciaba el famoso Niño Godzilla, podemos asegurar que esta zona no está respondiendo de manera colateral con las demás zonas. Por tal razón, debemos estar preparados para cualquier eventualidad pues existe un Océano Pacífico muy inestable” desde hace varios años, argumentó.
Cabe mencionar que según los estudios realizados por el Dr. More More, las anomalías de la temperatura oceánica que han afectado a nuestro país cuentan con un periodo Decadal, es decir luego de dos décadas han aparecido eventos de El Niño globales continuos, tal como sucedió en los años 62, 83, 97 - 98, dando a resaltar que debemos estar alertas aún durante los meses venideros.
La magnitud de los eventos El Niño y las predicciones
Se recuerda que para el año 2016 en todo Latinoamérica se anunció la llegada de un Fenómeno de gran magnitud, con la secuela de altas temperaturas en el mar de las costas del Pacífico Sur y fuertes precipitaciones similares a las ocurridas en el año 1982-1983,1997-1998, el mismo que debido a estas catástrofes pluviométricas ocurridas en nuestro país, disminuyó el producto bruto interno (PBI) hasta un 7 %. Pero, este Fenómeno denominado Godzilla nunca ocurrió.
Para el año 2017 se anunció a nivel mundial que no habría Niño porque el Pacifico Ecuatorial estaba frío, sin embargo, para la costa de nuestro país llegó el Niño Costero, dejándonos con pérdidas y daños en infraestructura y caminos que aún no han sido resueltos hasta la fecha.
Las ondas Kelvin en el Pacífico Ecuatorial persisten transportando masas de agua caliente hacía nuestro continente incluyendo anomalías de hasta 4°c, pero en los últimos meses han aparecido también masas de aguas frías contrapesando estas las altas temperaturas; entonces no hay estabilidad en el océano.
Se espera que en los próximos meses primaverales se estabilice la relación océano-atmósfera y poder tener con claridad una mejor perspectiva de este evento como ya lo ha empezado hacer. A la fecha se ha descartado un evento extraordinario sencillamente porque no se registran grandes anomalías positivas como lo fue en los años de catástrofe.
