ERP. Ernesto García Huarache, es sin duda un referente en la formación de diversas generaciones; es uno de los entrenadores de mayor trayectoria en el vóley piurano y con más títulos obtenidos para la Universidad Nacional de Piura a lo largo de más de tres décadas, producto del permanente trabajo en la formación de valores y talentos y de dirección de equipos unepinos en diferentes categorías.
“El Gato”, como se le conoce en el ambiente deportivo, egresó en 1984 del Instituto Superior Pedagógico de Piura, en la especialidad de Educación Física, llegando a la UNP en 1990 y desde entonces ha tenido una carrera vertiginosa llena de éxitos y triunfos en Piura, en la región y a nivel nacional.
Gracias a su eficiente dirección, la UNP tiene en sus vitrinas 31 campeonatos en la categoría Mayores; 27 títulos en juveniles; 27 coronas en Menores, 25 en la división Infantil y 24 en la categoría Sub 12, lo que le permitió por varios años su convocatoria para dirigir seleccionados de Piura en diferentes categorías.
Con 58 años de edad, García Huarache, quien ahora se desempeña como responsable de la Unidad Técnica de Vóley de la UNP, recuerda con especial énfasis la clasificación y ascenso a la Liga Nacional de Vóley (varones), luego de eliminar a seleccionados de Tumbes, Lambayeque, La Libertad y Ancash.
No obstante, el largo historial de triunfos, “El Gato” se ha propuesto llevar al equipo de damas de la UNP a la Liga Nacional. “Ese es el sueño que aún no he cumplido”, sostiene el DT colegiado de la Federación Peruana de Vóley, quien además dirigió a los seleccionados de la UNP en torneos de la Federación Deportiva Universitaria del Perú.
García Huarache, expresó su agradecimiento a las autoridades de la UNP, especialmente al Rector, Dr. Santos Leandro Montaño Roalcaba, por el apoyo que se ofrece al deporte de la net alta, que ha permitido mantener la hegemonía de la UNP en el vóley regional y nacional.
En esa línea también exhortó a los dirigentes piuranos a apostar por los niños con un trabajo y capacitación continua que permita descubrir y fortalecer las capacidades técnicas y físicas de nuevos talentos para facilitar los “cambios generacionales”, que son vitales en el afán de consolidar la hegemonía en el vóley regional.
