ERP. Desde el mes de marzo del 2020, la población peruana viene cumpliendo medidas de aislamiento y restricción de las libertades por la Emergencia Nacional Sanitaria. Lo que parecía lejano se convirtió en realidad y la única manera de lograr la contención del virus fue el aislamiento social, el uso técnico de la mascarilla facial, la asepsia constante y el uso del alcohol como desinfectante.
Es posible que las restricciones dispuestas por la pandemia, se extiendan más allá de los pronósticos. Lo que no cabe duda, es que mucho ha cambiado y cambiará en las relaciones humanas y en la salud mental de las personas.
Los especialistas consideran que la salud mental se ha visto resquebrajada y que, por lo tanto, se deben realizar actividades con la finalidad de evitar que esto se acreciente. La lectura del libro pendiente de ser leído, la película que no se pudo ver, los juegos en línea como distracción, el aprender nuevas cosas como cocinar u ayudar en la preparación de los alimentos, han permitido bajar las tensiones.
La pandemia, el aislamiento, la convivencia de la familia, nuevas alternativas laborales y entretenimiento
La pandemia ha incentivado la creatividad y muchos han aprovechado estas circunstancias para diversificar sus actividades económicas.
El Econ. Juan Aguilar Hidalgo precisa que en estos tiempos “Los intereses de los consumidores se han centrado a demandar en redes, de tal manera que el teletrabajo ha crecido y el delivery orientado a servicios de salud, alimentación, vestido, educación y entrenamiento se han hecho indispensables. La inversión para los oferentes incluso es optimizada y no se requiere demasiado”.
Sin embargo, como lo precisa el Antropólogo Manuel Hidalgo León, para este tipo de nuevas oportunidades se requiere dar “Énfasis en los medios de pago sin contacto físico, lo cual es clave; asimismo, se debe cumplir con las normas de bioseguridad al momento de entrega y recepción de productos”.
Sin duda, que cada uno de estos aspectos conllevan a usar el tiempo de manera inteligente y muchas veces provechoso. Porque tanto como se puede utilizar para juegos online como casinos, se puede iniciar una actividad económica que genere una renta ideal para la circunstancia. Asimismo, lo que nunca debería faltar es el ejercicio físico en la propia vivienda, aprovechando el espacio libre que podría compartirse con otros miembros de la familia.
Las medidas dispuestas para contener la Covid-19 llevaron a las familias a confinarse en sus viviendas y lo que se supuso serían 15 días, se extiende con el tiempo creando una carga tensional por la limitación de las actividades personales, situación que obliga a todos en general, pero especialmente a jóvenes y adultos a encontrar alternativas económicas, de entretenimiento y diversión lo que marcará un cambio cultural para el futuro.
Lo cierto que la inactividad en el encierro, la demasiada responsabilidad con el trabajo virtual para aquellos que realizan laburo remoto podría ser una carga más, que finalmente afectaría la salud mental de las personas. La práctica equilibrada de otros entretenimientos permitirá otorgar al cerebro alternativas diversas para que deje en un segundo plano las cosas reales que han llevado a esta situación.
Igualmente, se indica que exponerse a estar atentos a casos Covid-19, a defunciones de conocidos y muchas veces familiares, no hace nada bien en la estabilidad emocional de las familias. “No se trata de estar desinformado, sino de mensurar que este tipo de noticias crean un estado de ansiedad y temor que nos pueden perjudicar, por eso que deberíamos dirigir el interés hacia otras informaciones menos dramáticas” nos indica la comunicadora social Nery Sunción Sales.
La pandemia posiblemente el próximo año podría ser superada; sin embargo, lo que queda claro es que nuevos patrones culturales serán asumidos por las actuales generaciones y la virtualidad es un aliado irreversible para la economía, el entretenimiento y toda actividad humana.
