ERP. El profesor Franklin Távara Gamio, bailarín de marinera y tondero en su momento y ahora un activo promotor cultural de danzas y los bailes ancestrales, se presentó en el Programa “Conversando” del diario El Regional de Piura, donde analizó la riqueza rítmica, su práctica, sus aprendizajes y sobre todo su vocación por profundizar en el conocimiento de danzas, sobre todo las de origen Tallán.
Recordando a don Guillermo Riofrío Morales, precisó que el tondero es el baile que más nos identifica como peruanos, asimismo, demostrando un conocimiento de la riqueza folclórica destacó las danzas de los Diablicos de Huancabamba, considerado ya como patrimonio cultural. Consideró, que tanto la costa como la sierra tienen sus propias riquezas culturales, las cuales deben mantenerse.
Organizador del denominado “El Tonderazo” precisó que este evento tiene como finalidad convocar a bailarines de toda la región norte del país, se mostró orgulloso por el crecimiento de diversos grupos, en una ciudad que tiene poco apoyo de acciones culturales, pero pese a ello, ha logrado concitar a muchos bailarines.
Távara Gamio, precisó la herencia cultural de los tallanes, indicando que los naturales desarrollaban sus danzas de acuerdo a un ritual, donde se mezcla lo erótico, pero también de agradecimiento donde el ritual máximo de estas expresiones es el agua, aplicable en todas las culturas.
El también investigador de danzas folclóricas, indicó que existe una ordenanza donde se debe enseñar el tondero, pero no se asignan los recursos, asimismo, se debe tener presente que la práctica de danzas, permite diversificar las acciones de jóvenes, para eliminar problemas de carácter social. Puso como ejemplo, algunas experiencias del Ecuador donde las danzas son preservadas.
Távara Gamio, igualmente hizo un recorrido de su carrera, por sus experiencias en la capital de la República, donde mantuvo siempre su vocación por el arte, incluso lo llevó a formarse para enseñar a nuevas generaciones; asimismo, en su partida del país, aprovechó la presencia de nacionales y de otros inmigrantes de América del Sur, para estructur4ar un grupo de danzas que aún se mantienen.
“El arte siempre ha sido una cosa brillante, pero en mendicidad, (…) el artista es un profesional del arte(…)” concluye como invitando a las autoridades a dar mayor importancia a la promoción de la cultura y particularmente de la danza, marinera y tondero; para finiquitar el diálogo, indicando que se siente cómodo y feliz al haber retornado a su patria y seguir en lo que más le gusta, la danza folclórica.
