ERP. Los resultados electorales de la primera vuelta, determinaron que el profesor Pedro Castillo de la organización política Perú libre y Keiko Fujimori, disputen en una segunda oportunidad la presidencia de la República para los siguientes 5 años. Transcurridos dos semanas las tendencias de las encuestas son claras e indican que el líder sindical ganaría por amplio margen.
En la primera vuelta, las encuestadoras mantuvieron primeros a políticos que no tuvieron ni los porcentajes y menos la ubicación que se difundía. Por lo tanto, lo que se escucha ahora, debe tomarse con mucha relatividad y al contrario, construir un voto responsable, que permita inclinar la balanza hacia el candidato que garantice primero transparencia y honradez, respeto a los derechos humanos, a la democracia e incluso mercado.
Las encuestas actualmente favorecen a Pedro Castillo y es probable que, de no equivocarse en la estrategia, logre captar el voto de los peruanos y peruanas que creen en un gobierno transparente, eficiente y sobre todo libre de corrupción. Sus debilidades han sido identificadas por el lado de Vladimir Cerrón, a quien acusan de comunista y también de corrupto.
Por lo pronto, los medios de comunicación de alcance nacional, ya marcaron su inclinación a favor de la candidata de la derecha, resaltando todos los puntos confusos de Pedro Castillo, pero ocultando toda la ola de delitos que cometió su padre, de lo que realmente significa ella, sus presuntas responsabilidades penales y sobre todo, la anarquía que llevó su grupo parlamentario en el último lustro.
Castillo tiene como ventaja el ser maestro nombrado en una comunidad rural de la sierra y no tiene investigaciones penales que lo descalifiquen. Esta situación es contraria a lo que su sucede con su contrincante.
El fujimorismo, considerado una red criminal liderada por la propia Keiko Fujimori, ha luchado por más de 20 años recuperar el poder que obtuvo en 1990. Del gobierno de Alberto Fujimori, la historia indica que dio un golpe de Estado, se perennizó en el poder, destruyó la institucionalidad, violó los derechos humanos y después de ser juzgado, purga una condena de 25 años.
Keiko, para obtener el poder ha usado ingentes recursos económicos obtenidos de manera irregular e incluso ilegal. Tiene una acusación fiscal por 30 años de cárcel y cuyo juicio oral deberá realizarse de acuerdo al ordenamiento penal. Sin embargo, de ganar las elecciones, se postergaría en tanto dure su mandato. Literalmente, esta oportunidad para ella significa su libertad.
Las elecciones se realizarán el 6 de junio y los fujimoristas tienen el apoyo de la clase empresarial peruana, de los medios de comunicación y la de algunas personalidades del país que se han pronunciado a favor de ella; por el contrario, Pedro Castillo, goza solo del respaldo de peruanas y peruanos, que en cada elección buscan un candidato que reduzca las brechas sociales y económicas.
Ganar para él es toda una odisea, porque no se trata solo de realizar campaña difundiendo sus propuestas; sino estructurar los personeros que permitan la defensa del voto en mesa. Los contrincantes tienen todas las armas, para torcer la voluntad popular. Esta es una elección de mucho cuidado.
