Por: Miguel Arturo Seminario Ojeda. Hoy que recordamos el 486 aniversario de la fundación de San Miguel, es preciso hacer unas reflexiones sobre el significado de este acto, que convierte a San Miguel, hoy San Miguel de Piura, en madre de las otras ciudades que se fundaron en el Perú, ya que antes de la fundación de San Miguel, no hubo otra a la usanza hispana en nuestro país, y desde las orillas del Chira, continuaron los europeos, para fundar nuevas ciudades, entre ellas la de Huánuco y la de Arequipa, en el mismo día, pero en años diferentes.
San Miguel, es anterior, mayor que Lima en casi dos años y medio, Lima resulta ser su hija o hermana menor, fundada el 18 de enero de 1535. Con la fundación de San Miguel, en Tangarará, se abre la puerta al mestizaje biológico y cultural, América y Europa serían uno solo en el Perú, y como lo dijo Raúl Porras Barrenechea, el historiador bisnieto de José María Raygada, y tataranieto de la querecotillana María Antonia Gallo, “si hubo crueldad e increíble saña, fueron crímenes del tiempo, y no de España”.
La nación peruana, tal como la conocemos hoy, se inicia a orillas del Chira, aunque los españoles ya hubiesen estado en Tumbes primero, fue un acto de imposición de nuevos parámetros, de nuevas formas de hacer las cosas, pero desde ahí se configura el Perú actual, con sus 5 madres patrias, la amerindia, la árabe, la negra, la hispana, y posteriormente la amarilla.
Como lo hicieron conocer los académicos especialistas del siglo XVI, la ciudad de San Miguel fue trasladada desde Tangarará, a Piura (Piura la Vieja), luego a Paita, y finalmente al Chilcal, donde actualmente se encuentra, hoy que reflexionamos sobre esto, es propicia la oportunidad, para recordar a las autoridades correspondientes, que se gestione cuanto antes, el reconocimiento de Tangarará, como patrimonio cultural de la nación, por haber sido testigo de la fundación de la ciudad; y a continuación, patrimonio cultural de la humanidad, como ha sucedido con los primeros emplazamientos iniciales de otras ciudades americanas que también fueron trasladadas.
Plaza de Tangarará ubicada en el distrito de Marcavelica en la provincia de Sullana/Foto: El Regional Piura.
Hoy, desde estas páginas de El Regional Piura, solicito una vez más, que cuando se cante San Miguel de Piura, se haga respetando la letra original, que hemos leído en documentos de la segunda mitad del siglo XIX, y escuchado de la generación de esos años y de los primeros del siglo XX:
Adiós San Miguel de Piura
Relicario de mis penas
Cuándo volveré a pasearme
Por tus candente arenas.
San Miguel, San Miguel
San Miguel al amanecer,
San Miguel, San Miguel,
San Miguel al anochecer,
Que viva y re viva mi San Miguel
Con real o sin medio yo estoy con él.
San Miguel, San Miguel
San Miguel al amanecer,
San Miguel, San Miguel,
San Miguel al anochecer.
Los otros versos fueron agregados en la segunda mitad del siglo XX, y no tienen que ver con la composición original.
