ERP. La enfermera Verónica Vergel Olano del establecimiento de salud del A.H. Víctor Raúl Haya de La Torre quiso dejar su silencio laboral, para describir la crítica situación que vive la región Piura respecto al coronavirus. Con valientes palabras y con voz quebrada por el dolor, describió los riesgos a los que se enfrentan, la desesperación para darle tratamiento a un paciente y sobre todo, por el abandono de las autoridades a cargo del sector, quienes incluso no les otorgan EPPs..
Su testimonio, donde no solo describe lo que sucede con su establecimiento de salud, sino igualmente al hospital de referencia, también realiza críticas a las decisiones políticas que se adoptan para la contención del Covid-19. Tras la depresión propia del momento y con la angustia de observar lo que sucede con los pacientes, hace un desgarrador llamado para la prevención, el mismo que fue difundido por Vigilia Ciudadana.
Pero Verito Vergel, como es conocida en el establecimiento de salud donde presta servicios y como la conocen sus colegas, amigos y amigas, ha sido reemplazada del cargo como responsable de epidemiología y reemplazada con una velocidad sorprendente. No cabe duda, que habrían sido las críticas con contenido político, las que llevaron a su cese. Sin embargo, su voz tuvo impacto y los piuranos, piuranas saben cual es la realidad de esta región y que amerita darle mayor responsabilidad.
“Los servicios en el hospital Santa Rosa ha colapsado y por ello se niegan a recibir pacientes que empezarán a morir por falta de atención médica” lo expresa con crudeza, pero con conocimiento de causa, porque el trabajo que realiza Verito Vergel no se da desde una oficina o desde un escritorio, se encuentra en primera línea de atención, allí donde solo los y las valientes concurren.
Enfermera Verónica Vergel es reemplazada de cargo después de valiente crítica
Ha sido cesada de un cargo, pero se espera que su voz retumbe para despertar a la responsabilidad a quienes tienen la misión de conducir la estrategia en la contención del Covid-19. Es posible salvar vidas, pero se requiere un debido equipamiento. Lo dice con su dolor y con sus lágrimas, lo dice la realidad y lo dice su sentimiento de enfermera sensible a lo que sucede.
