ERP. José Antonio Castro Silupú, es un transportista del Alto Chira y pasó un momento inadecuado e indebido tras el asalto de la agencia del Banco de la Nación en el distrito de Ignacio Escudero. El departamento de Investigación Criminal de la PNP de Sullana lo detuvo como sospechoso y tras la respectiva defensa, fue puesto en libertad no sin antes sentir la impotencia de verse envuelto en un caso de asalto y robo.
Según su primo Jerson Guzmán, un día anterior al robo y asalto, Castro Silupú se trasladaba por la ruta de Chalacalá en compañía de su madre y de su menor hijo, cuando es interceptado por unos delincuentes quienes le roban su automóvil. Tras el mal momento que tuvo que vivir, se trasladó hacia la Policía Nacional donde denunció el hecho y quedó registrado el robo de su unidad vehicular.
Lo que pudo ser solo un mal momento no terminó allí; al día siguiente dos hombres y dos mujeres asaltaron la agencia del Banco de la Nación en San Jacinto y usan el vehículo de su propiedad para darse a la fuga. La Policía de inmediato realiza las pesquisas del caso y detiene a dos sospechosos, confundiendo como sospechoso a una persona víctima de un acto delincuencial y que un día anterior presentó denuncia del robo del vehículo.
Castro Silupú, sin entender los motivos y pese a su negativa de haber participado en el asalto y robo, personal del Departamento de Investigación Criminal de la PNP de Sullana lo detiene sin mayor evaluación. Sus amigos, parientes de Chalacalá Baja donde residen en todo momento trataron de apoyarlo para que no se cometa el abuso, pero fue en vano.
El presunto sospechoso tuvo que pasar muchas horas detenido, hasta que la Policía entendió que Castro Silupú era un inocente ciudadano, que un día antes lo golpearon a él y a sus parientes para robarle su unidad vehicular y sus documentos, que nada tenía que ver con el asalto del Banco de la Nación de San Jacinto y que por lo tanto, debería ser liberado, como lo fue finalmente.
Sus parientes, indican que esta semana estarán denunciando a los Policías responsables de este abuso y a los medios que difundieron la información. Lo cierto, que lo vivido por José Antonio Castro Silupú, fue el resultado de la ligereza policial y sin el rigor de investigación que debería existir para no afectar honras de personas honestas.
