ERP. Tatiana Gutiérrez García es una joven comunicadora de la ciudad de Paita. Ella, como tantas otras personas sufren los pesares que causa la pérdida de un familiar por la terrible Covid-19 que nos afecta. Con mucha tristeza ha tenido el coraje de comunicar la pérdida de su madre, la de un hermano y ahora, en menos de 1 mes, ver partir a otro de sus “ángeles” como ella lo expresa con entendible nostalgia.
Como tenemos conocimiento, la Covid-19 ha tenido repercusiones impactantes en la región Piura y el dolor que expresa Tatiana en este post que lo tomamos como un referente ineludible, no es un caso típico, perder una madre y en menos de un mes a dos hermanos conmueve los sentimientos humanos y de solidaridad.
“Dios ha puesto a prueba mi fe y la de mi familia con tres sucesos indescriptibles, totalmente dolorosos e imborrables. Mi mamita María fue la primera en tomar sus alas y subir al cielo, porque un ángel ya era. Después, mi hermano Tony, el más guapo, el engreído de mi papá, se convirtió en el ángel de sus dos pequeñas: María José y Natalia Tatiana” describe para comunicar lo que ha sucedido.
“Hoy 6 de abril, después de casi 25 días de la muerte de mi mamá y 6 días de la muerte de Tony; mi otro hermano Dany nos deja a causa de un paro fulminante. El coronavirus, destrozó sus pulmones, lo dejó sin fuerzas para seguir luchando” afirma.
El dolor de Tatiana se lee entre las líneas de su escrito cuando precisa “En estos momentos me pregunto ¿Por qué el señor no me llevó a mí? Yo no tengo hijos; mi familia son mis hermanos y mis papás, en cambio ellos sí. Sus hijos los esperaban y ahora ya no los verán más. Su recuerdo será el último abrazo y beso que se dieron. ¡Cuánto duele!”
Luego de recordar momentos y lecciones de vida, de aquellas cosas que fortalecen la relación familiar y de hermanos, Tatania indica “El coronavirus nos ganó la batalla, fue el más mortal y se llevó a tres integrantes de mi familia: mamá y dos hermanos, uno de 34 y el otro de 41, sí así como lo lees, realmente jóvenes, con toda una vida por delante”.
Tatiana trasunta su pena, su dolor y su tristeza y va más allá, para recomendar a todos sus coterráneos, en fin a todo el país y recónditos lugares donde este caso causa estragos, para sugerir acciones de prevención y que tienen una gran significancia en estos difíciles momentos que vive la sociedad peruana. Evitar ir a fiestas, usar doble mascarilla, evitar el consumo de cerveza y peor usando un solo vaso, entre otras.
“El Covid-19 nos está matando” expresa con entendible deducción. No es común vivir estos momentos, que solo la fortaleza humana puede ayudar a superar y, como bien lo dice Tatiana en su post, evocar la memoria de los seres queridos que partieron antes y más aún, cuando existían muchos más años para seguir compartiendo con la familia de sangre y también con la construida por los lazos de los sentimientos y el amor.
Como se expresa siempre en epitafios finales, tanto la madre de Tatiana como sus hermanos no han fallecido, se encuentran en los corazones de la familia y de quienes los conocieron en vida. Nuestras condolencias a Tatiana por estos momentos que enfrenta.
