ERP. El gobierno viene anunciando de manera eufórica, las medidas sociales, económicas y de políticas públicas a favor de familias vulnerables y sin duda, medidas acertadas para el momento. El Perú, es un país de múltiples diferencias y singularidades que no se pueden generalizar y es el caso de un anciano, quien se alegró al enterarse que sería beneficiario del subsidio Yomequedoencasa, pero que luego fue retirado.
Y en realidad don Andrés.M.C. identificado con DNI 03686098 un anciano que prestó labores de pesca en Chimbote y que reside en la calle Tungsteno manzana E Lote 16 del Asentamiento Humano César Vallejo de la ciudad de Sullana, esperaba un trato justo y humano. “Lo merecía” dice uno de sus parientes quien le brinda apoyo en estas etapas de su vida, para luego indicarnos que sus magros 31.96 soles de pensión la obtuvo tras duras gestiones legales.
Dos ancianos esperan una explicación del MIDIS, tras ser retirado de padrón
El tiene 87 años y su esposa María.J.C.B 83 años. En teoría personas de riesgo frente a cualquiera enfermedad y sobre todo el COVID-19. Pero ambos, se mantienen sentados con la serenidad propia de los años y con la esperanza que en algún momento el Estado se acuerdo de ellos de manera real.
Es por eso que su alegría al sentirse beneficiario del Bono Excepcional de 380 soles fue mayúscula. Y no era para menos, ese Estado que le arrancó durante años parte de su trabajo mediante las diversas modalidades coercitivas, por fin, en su ancianidad, le devolvería en subsidios lo que aportó y más aún recibiría en un solo día, lo que le correspondería cobrar en 13 meses.
Esas 24 horas siguientes al saberse que estaba en el padrón de beneficiarios fue de gratificación a favor del presidente Vizcarra y de agradecimiento por el sentido humano del subsidio. Su cuarentena sería menos gravosa.
Sin embargo, lo que podría haber sido una alegría real para él no le duró tanto. En efecto, al recurrir por segunda vez para conocer la entidad bancaria en la cual cobraría, se encontró con la ingrata noticia que dejó de ser uno de los focalizados para recibir este bono. Su pariente, ingresó una y varias veces, pero la respuesta del servidor fue la misma “Ud. No se encuentra en el Padrón de Beneficiarios. Consulte si otro miembro de su hogar se encuentra en el Padrón”.
Y así lo hicieron, realizaron la búsqueda con el DNI N° 80622818 de la anciana esposa y el frío mensaje fue el mismo. No se encontraban ni uno ni el otro.
Intrigados por lo sucedido porque juran y rejuran que lo verificaron nietos y más de los familiares presentes; buscaron explicaciones y aunque no lograron respuesta oficial de lo sucedido, se cree que la condición de su “millonaria” pensión de 31.96 soles, habría sido el motivo para ser retirado como beneficiario de la lista. En realidad, las condiciones sociales y económicas de don Andrés son precarias, no necesita demostrarlo, es fácil deducirlo.
“Tengo entendido que lo mismo sucedió con otros pensionistas” nos indica José Paulino, quien espera que se le devuelva la condición de beneficiario a don Andrés y a todos aquellos, que por una equivocada valoración fueron retirados como beneficiarios del subsidio de los 380 soles. “En este caso no es una dádiva, es la devolución nimia, de todo lo que le entregaron al Estado en su juventud” reflexiona al comentar sobre este caso.
Tras las draconianas medidas de cuarentena, control militar y policial, subsidios a familias vulnerables, apoyo a empresas, bancos y financieras, existen verdaderos cuadros humanos, que mirados con ojo distinto a Maki Miró Quesada, son conmovedores. Si puede el Estado ayudar a estas personas que lo haga, tienen derecho, pero más allá del derecho, tienen necesidades básicas evidentes.
