ERP. El conflicto en la región Arequipa por el proyecto minero Tía María ha llevado al enfrentamiento de la población y las fuerzas del orden. En el lado oficial, la estrategia sigue siendo la misma y el único objetivo que se persigue, es reunirse para convencer a la masa que protesta y no ideas estrategias comunes para contemplar los cuestionamientos que se hacen al proyecto.
Es común en las mesas de diálogo reunirse, y desde la verticalidad que da el Estado, tratar de imponer una línea de acción. En el caso Tía María y otros proyectos similares, el Gobierno solo sabe defender los intereses de los grupos empresariales y no existe camino diferente. Se vio en Cajamarca y se viene repitiendo en Arequipa.
Lo lamentable con esta posición, es que la violencia afecta a peruanos y crea más diferencia entre ellos. No se trata de la pertinencia de los estudios de impacto ambiental, sino de las formas como se resuelven los asuntos de Estado.
Para la tecnología es posible la alternancia de agricultura y de minería. Más, la minería con su capacidad de hacer lobismo, siempre ha logrado la protección estatal y ha obtenido ventajas que la agricultura no las tiene. Consecuencia de ello, ha sido y es la degradación de los suelos, la contaminación del agua y del aire.
Frente a este tipo de circunstancias lo político juega un rol fundamental. El actual presidente, recorrió diversas partes del país en su calidad de candidato, para llevar un mensaje diferente al que ejecuta ahora. Tanto él como otros saben, que si hablan de minería y sinceran sus propuestas, es imposible que obtengan votos, entonces, engañan a la gente para después exhibir la real careta.
Esa felonía de los candidatos jamás se ha sancionado. Engañó Fujimori, lo hizo Ollanta y también García Pérez; más se seguirá engañando a la ciudadana en cada proceso electoral, conociendo que jamás se les someterá a juicio alguno por haber mentido.
El tema de Tía María, no es diferente a Conga. Tampoco lo es con lo de Río Blanco en Huancabamba. Los minerales por ahora, siempre serán los minerales y por lo tanto, generadores de ingentes recursos vía exportaciones. Los gobiernos de turno se alternarán con los proyectos y tratarán de hacerlos realidad, aunque miles de peruanos se maten entre sí, por defender la intangibilidad de territorios donde ancestralmente han vivido o los han sentido suyos.
El asunto de fondo, radica en el modelo de desarrollo. El Perú crece porque exporta minerales y lo hace más de prisa, cuando la industria mundial reclama más recursos de esta naturaleza. No existe valor agregado, tampoco alternativa de actividades diferentes; el modelo es primario exportador y por lo tanto, de poca inventiva.
Lo que sucede en Tía María, es el adiós a un gobierno que lapidó las aspiraciones de un pueblo que tuvo esperanzas diferentes a las actuales y se irá sin conocer que pudieron darse alternativas de desarrollo diferentes.
