ERP. Una vez más los peruanos tendrán la oportunidad de ir a las urnas y renovar en este caso, el Congreso de la República. Tras la polémica decisión de la disolución, se esperaba que existan partidos políticos que sean consecuentes con los calificativos que le dan al gobierno; sin embargo, todos ellos anunciaron que estarán participando en las elecciones previstas para el mes de enero del 2020.
Elegir siempre será un acto de mucha responsabilidad, sin embargo, en su ejercicio actual no es más que una aspiración. El voto democrático, debe ser el resultado de una decisión muy bien pensada y para que eso suceda, se requiere mucha información y sobre todo educación. Todo este proceso de responsabilidad, le corresponde constrruirla al propio ciudadano y el cambio no es de la noche a la mañana.
Una de las primeras discusiones que se presentarán en este proceso, es si los congresistas hasta el 30 de septiembre pueden o no participar. Todo hace indicar que podrán hacerlo y no estaría mal, porque tendrían la oportunidad de ser legitimados socialmente o rechazados de acuerdo al sentir ciudadano. Es probable que candidatos como Becerril, Bartra, Salgado, Vilcatoma, recibirían un tremendo rechazo, pero igual pueden capitalizar ese pequeño sector que aún cree en ellos.
La educación es fundamental para saber centrar en los mejores candidatos el voto ciudadano. Bastaría ver ejemplos anteriores, para darnos cuenta que lo último que existe en la decisión final es la racionalidad. Haber votado por un grupo que salió entre denuncias judiciales y cuestionamientos éticos, indica que más peso tiene una campaña que influye en las emociones y percepciones.
Otro aspecto y que se manifestará en este proceso eleccionario y posiblemente en los siguientes, es el uso de la cifra repartidora. Esta herramienta electoral, permite establecer los porcentajes de distribución. Bajo las actuales normas electorales, el elegir en distrito electoral departamental conlleva a la elección de candidatos de una sola provincia o quizá dos.
Próxima composición del Congreso de ¿pillos y semianalfabetos?
Un Congreso mucho más representativo debería definir que se fortalece la democracia representativa, eligiendo a representantes integrando a todas las provincias y no solo una. Pero, sobre el particular, no se han adoptado cambios y seguirá rigiendo en el próximo proceso electoral la misma normativa.
Y lo que siempre reclamamos está relacionado a la exclusión de las minorías. El Perú requiere consensos y la mejor manera de lograrlo, no es sacando a los pequeños sino incorporándolos. Gregorio Santos fue un caudillo que logró significativa votación en Cajamarca, realizado el cómputo nacional y aplicando la valla electoral, no pudo lograr representación alguna. Esta norma igualmente no ha cambiado y menos existe la decisión de modificarla.
¿Qué es lo que viene para el próximo Congreso? Esperamos como diría Mario Vargas Llosa, que no sea uno de “Pillos” y “semianalfabetos”.
