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Vie, Abr

Ceder puede costar vidas

Nelson Peñaherrera
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nelson penaherrera castilloERP/N.Peñaherrera. He leído con terror diversos reportes de prensa que señalan una conducta blandengue del alcalde Carlos Távara.

Resulta que, tras apoyar en la remoción de escombros del incendio ocurrido el domingo 26 por la noche, fue forzado a firmar un acta donde se compromete a que los comerciantes sigan ocupando las primeras cuadras de la avenida Buenos Aires.

Sí, el mismo escenario, el mismito, del siniestro.

La decisión de la autoridad, hasta donde he podido leer, no ha sido bien recibida por la mayoría en las redes sociales, que es el barómetro de la democracia local. No es un barómetro perfecto, pero si el río suena…

Si el alcalde Távara antepuso el cálculo (¿?) electoral, pues debería saber que ha cometido una irresponsabilidad suprema, que lo pone en gran desventaja ante la Ley.

No se ha quemado un puesto, no se han quemado cinco puestos. Según Defensa Civil, son poco menos de cuarto de millar de puestos. Por eso puse los signos de interrogación luego de la palabra cálculo.

Aunque las autoridades suelen tomar decisiones decepcionantes (es una característica de las autoridades peruanas), ésta no decepciona; ésta indigna.

Imaginemos que el mercadillo se reconstruye allí donde Távara cedió, no autorizó, cedió. Si se presentara una eventualidad a plena luz del día, con la cantidad de personas y vehículos circulando por ahí, ¿no es de suponer que habría gran cantidad de víctimas? Simple sentido común, ¿no?

Dejemos de pensar en un incendio, que puede tener causa humana; pensemos, por ejemplo, en un sismo.

El departamento de Piura, en los últimos dos años, ha incrementado su actividad telúrica, y no se trata de temblorcitos, sino considerables remezones que nos han demostrado su capacidad de generar pánico.

Imaginemos este cuadro en el mercadillo en hora de mayor afluencia.

¿El alcalde Távara, ha pensado –digo, si lo hace- siquiera por un segundo en que la decisión a la que se le forzó le puede traer consecuencias fatales a su certificado de antecedentes penales?

No hay que ser abogado para darse cuenta del tema: toda decisión tiene consecuencias.

Si los comerciantes del mercadillo deciden la elección en Sullana, lamento decirle al alcalde que su demográfico anda más errado que respuesta de reality de las seis de la tarde.

Se debe reubicar a los comerciantes, y si eso implica mandarlos más lejos pero más seguro, la decisión es obvia.

Y si el problema es el transporte, tampoco los mototaxistas son quienes deciden nuestras vidas. Para el tamaño del área metro de Sullana, ya deberíamos tener en cartera un proyecto de transporte masivo que potencie los colectivos, abarate los costos y permita la interconexión de una ciudad que ya superó los diez kilómetros de largo.

Y si los mototaxistas lo ven mal, piña, pues vivimos en economía de libre mercado.

El alcalde Távara debe enmendar su decisión. No tiene por qué esperar a que hayan víctimas para darse cuenta del despropósito que cometió.

Errar es humano; corregir es de valientes, aunque no nos guste.

(Opina al autor. Síguelo en Twitter como @nelsonsullana)

 

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